viernes, 24 de junio de 2011

Preguntas y respuestas con Jim Colborn (19-10-2008)

Dave Laurila. Baseball Prospectus

Jim Colborn sabe de pitcheo, de Osaka a Arlington, Recientemente regresó a su puesto como Director de Operaciones en el Pacífico con los Rangers de Texas, Colborn tiene experiencia adicional en el lejano Oriente, incluyendo una pasantía de cuatro años como coach de pitcheo del equipo japonés Orix Blue Wave y cuatro años como director de escauteo del Pacífico con los Marineros de Seattle. Además el currículo de Colborn, 62, incluye experiencias como coordinador de pitcheo de ligas menores de los Cachorros de Chicago (1987-1989) y como coach de pitcheo de los Dodgers de Los Angeles (2001-2005) y los Piratas de Pittsburgh (2006-2007). Un pitcher de Grandes Ligas, lanzó para cuatro equipos en 10 temporadas, Colborn lanzó un no-hitter con los Reales de Kansas City en 1977 y ganó 20 juegos e integró el equipo de estrellas de la Liga Americana con los Cerveceros de Milwaukee en 1973. Colborn habló de sus experiencias en ambos lados de la esfera beisbolera mientras asumía como coach de bull pen de los Rangers al final de la temporada de 2008.
David Lauirila: ¿Cuan diferente era el juego en los años ’70, principalmente desde el punto de vista de los pitchers?
Jim Colborn: Mi respuesta patrón sería que las diferencias en la zona de strike, determinan cuan diferente es el juego. Esa es una respuesta, con eso quiero decir que cuando yo pitcheaba, la zona de strike era más alta. Y no estaba fuera del plato; la pelota tenía que tocar parte de lo negro, en las esquinas. Pero como la zona de strike era más alta, el resultado era que el strike bajo y afuera parecía estar muy lejos del strike alto y adentro. Eso implica un area mucho más difícil de cubrir para el bateador que una zona de strike comprimida hacia abajo que es tal vez un poco más ancha. Pienso que aquella zona permitía ensayar más pitcheos, y premiaba a los pitchers controlados, más que hoy. Como resultado, pienso que la zona de strike actual es más difícil, por lo cual los promedios de bateo y la producción de carreras son más altos. En segunda lugar, solo puedo recordar que me batearan alrededor de tres jonrones por la banda contraria en toda mi carrera. Eso le dice algo al poder de los brazos jóvenes de hoy, la banda contraria es tan tentadora como batear un jonrón halando la pelota, quizás sea más atractivo batear hacia el center field o la banda contraria. Una tercera diferencia es que el béisbol ha evolucionado hacia las especializaciones, principalmente en el departamento de pitcheo, por lo que muchos peloteros llegan a las Grandes Ligas mucho antes de que sepan jugar bien al béisbol, o hayan pulido a profundidad sus destrezas o su conocimiento de cómo ser un jugador de béisbol. Por eso, lo que se está viendo, pienso que se podría discutir fácilmente que el nivel del béisbol no es tan bueno ahora como lo fue en el pasado. Sin embargo, diría que los jugadores de ahora son mejores en cuanto a condiciones físicas y técnicas. Otra diferencia es que hay más publicidad, no es sólo jugar béisbol. Es un juego comercializado
DL: El año que ganaste 20 juegos, lanzaste más de 300 innings y completaste más de 20 juegos. ¿Hay razones por las cuales los pitchers no puedan hacer eso hoy?
JC: Pienso que no. Pienso que hay varios de ellos que podrían hacerlo, pero en este momento no es prudente hacerlo, porque en aquella época, mi brazo costaba alrededor de 40 mil dólares, hoy en día el brazo promedio cuesta varios millones de dólares. La gente no quiere entrar en la zona gris de ser responsable del tipo de lesión que podría ser causada por el uso excesivo de algo tan valioso como una propiedad de millones de dolares.
DL: Pitcheaste en los días de las rotaciones de cuatro lanzadores. Si los pitchers son manejados correctamente ¿podría trabajarse con una rotación de cuatro hombres en la actualidad?
JC: Ahora la mayoría de los pitchers lanza cinco o seis innings, me parece que esa propuesta se podría discutir con más intensidad. Cuando piensas en eso, no se trata de que los abridores van a lanzar muchos innings, el abridor promedio por lo general lanza menos de siete innings por apertura. Por lo que es una proposición interesante ¿o no?
DL: Has trabajado mucho en Japón y el lejano Oruiente. ¿Cuan diferentes son los pitchers allá, en cuanto a como piensan y como trabajan?
JC: La forma como piensan es muy sencilla. Sus expectativas son similares a la manera como eran en los Estados Unidos hace 30 años. En cuanto a como trabajan, ellos hacen un poco más de repeticiones en cada elemento de su juego, sea batear, fildear o lanzar, que lo que hacemos nosotros. Es difícil explicar porque ellos son capaces de hacerlo y nosotros no, diría que un pitcher típico de allá usa sus piernas, y la parte inferior de su cuerpo, de una forma mucho más eficiente que el pitcher típico en los Estados Unidos, y probablemente hay menos presión sobre el hombro y el codo que aquí.
DL: Podrías explicar que quieres decir con que las expectativas de los pitchers japoneses son similares a las que había aquí hace 30 años?
JC: Sus expectativas son lanzar nueve innings. Eso es lo que quiero decir. Nueve innings es algo que se puede manejar, si el juego sale bien, para un pitcher en las Grandes Ligas. Hubo un tiempo cuando no había más objetivo que lanzar nueve innings, y si no podías, ocho podían ser aceptables, siete era una C, y dependiendo de cuantas carreras permitiste podría haber sido una C negativa. Cualquier cosa menor a siete innings era una D o una F.
DL: La mayoria de los pitchers asiáticos que he visto tienen una pausa en su movimiento de lanzar ¿Podrías explicar el por qué de esto?
JC: Puedo explicarlo bio-mecánicamente o mecánicamente, por lo menos. Es un movimiento eficiente para iniciar el lanzamiento de manera correcta. Probablemente habrás escuchado el término “apurado”, es una manera de eliminar eso por completo, o por lo menos de tratar de eliminarlo.
DL: Si es eficiente ¿por qué no se ha adoptado aquí?
JC: Porque nuestra actitud es que ellos adaptan lo que hacemos, y nosotros no adaptamos lo que ellos hacen. Quizás podrías decir que eso es arrogancia. O tal vez no arrogancia, pero falta de disposición a buscar respuestas. Pienso que ese día llegará, mientras ellos sigan dejando su huella en la escena del mundo beisbolero. Muy pronto empezaremos a lanzar miradas laterales hacia la manera como ellos hacen las cosas, y comienzan a mejorarlas. Desde mi punto de vista, al haber estado tantas veces en Japón, le presto mucha atención a sus técnicas. He aprendido mucho de ellos y he incorporado algo de lo que hacen en lo que trato de hacer.
DL. ¿Cuan importante es la relación entre un coach de pitcheo y otro de bull pen?
JC: Bien si quieres tener a dos personas trabajando juntas, eso es muy importante. Pero ¿Necesita un coach de pitcheo a un coach de bull pen para hacer cualquier cosa más que contestar el telefono? La respuesta es no. La teoría, en los últimos años, es que tienes a gente de pitcheo en el bull pen. Antes de esto, siempre era un catcher o de otra posición, pero si piensas en esto, ahora casi la mitad de los peloteros de un equipo son pitchers, la mitad o más. Algunos equipos tienen 13 pitchers, eso es más de la mitad. Por eso tiene sentido tener más de un coach para la mitad del equipo. Habiendo dicho esto, el coach de bull pen debe ser capaz de contribuir en algo con el cuerpo de lanzadores, por eso es muy importante que su relación con el coach de pitcheo les permita trabajar juntos. Es importante que sus filosofías estén en la misma línea y todo ese tipo de cosas.
DL: Leo Durocher fue tu manager cuando llegaste a las Grandes Ligas con los Cachorros de Chicago en 1969. ¿Qué tal fue jugar para Durocher?
JC: Pienso que hemos tenido una larga entrevista, esa pregunta podría quitarnos todo el tiempo. Pero debo decir que fue complicado, humillante, retador e interesante, hubo muchas historias. Leo era todo un personaje. Me gritaba, me daba alaridos, me humilló tanto como a cualquier persona que haya jugado para él. Aún asi, el todavía es un ícono de nuestra historia beisbolera.
DL: Dos de tus compañeros en Chicago eran Ferguson Jenkins y Bill Hands. ¿Podrías hablar un poco de ellos?
JC: Los admiraba mucho a ambos, pienso que mucho de lo que terminé haciendo como pitcher fue debido a que los observaba mucho, y a como ellos me enseñaron como pitchear. Fergie es obviamente un pitcher del Salón de la Fama, y Bill Hands era uno de los mejores pitchers del béisbol en aquella época. Hands era un pitcher muy confiable y estable, era un competidor que tomaba la pelota cada vez que le llegaba su turno de abrir, cada cuatro días en su caso. El equipo siempre sentía que tenía mucha oportunidad de ganar cuando el lanzaba.
DL: ¿Cómo fue jugar para Del Crandall en Milwaukee?
JC: Me gustaba mucho la forma de dirigir de Del. Siempre pensé que tendría una carrera exitosa como manager. A menudo me preguntaba cuales eran las razones que lo mantenían alejado de lograr eso. Lo conozco muy bien y lo considero un amigo; me ayudó mucho en mi carrera.
DL: Fuiste un ganador de 18 juegos para un equipo de los Reales de Kansas City de 1977 que ganó más de 100 juegos ¿Qué recuerdas de aquel equipo?
JC: Aquel era un gran equipo, fue una pena que fuésemos derrotados en el play off. Steve Busby estaba en aquel equipo. Él es comentarista de los Rangers, hace poco recordábamos la calidad del carácter de los individuos de ese equipo y lo buena gente que eran. Fue un equipo único en ese sentido, sin dejar de lado que era un equipo muy talentoso que eventualmente llegaría a la Serie Mundial pocos años después de eso.
DL: ¿Algún pensamiento final sobre tu carrera?
JC: Mucha gente esperaría que dijera que lanzar un no-hitter, o ganar 20 juegos serían los puntos más altos, pero solo los asimilo como algo que ocurrió. En lo que más me enfoco es en el impacto que ha tenido en mí, desarrollar mi carrera y mi vida en el béisbol, y las cosas buenas que esto ha traído para mi familia, no sólo a mis hijos, también al resto de mi familia y a mis amigos. Proceder de un pequeño pueblo de California, donde la gente era capaz de identificarse con los equipos, con los peloteros como individuos, y con el juego de béisbol. Eso enriqueció sus vidas, y esa es la cosa de la que me he sentido más afortunado y orgulloso.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

Colborn jugó en la LVBP en la temporada 1971-72 con los Leones del Caracas. En 15 juegos. Hizo 8 aperturas. 3 juegos completos. 6 ganados. 2 perdidos. 1 salvado. 68.2 innings. 64 hits. 19 carreras limpias. 42 ponches. 15 boletos. 2.49 efectividad.
Al bate consumió 22 turnos. 3 carreras anotadas. 8 imparables. 1 jonrón. 3 empujadas. 1 boleto. 4 ponches. .364 promedio de bateo.

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