Peter Abraham. The Boston Globe. 01-03-2012
Fort Myers, Fla. _ Jason Varitek tenía sus emociones controladas hasta que levantó la mirada y vio a muchos de sus compañeros alineados detrás de las sillas donde se sentaron sus padres.
Estaban Jon Lester y Clay Buchholz, dos de los cuatro pitchers a los que guió a lanzar sin hit ni carrera. Tim Wakefield, su compañero por 15 años quién había anunciado su retiro dos semanas antes, estaba ahí. También Josh Beckett, el tejano terco que insistía en que Varitek fuera su receptor.
Una docena o más estaban ahí, todos para rendirle homenaje.
Ahí fue donde lo sacudió la marea y por primera vez que alguno de ellos pueda recordar, su capitán, el pelotero más duro que conocían, rompió a llorar.
“Muchachos, ustedes no tienen idea de lo que esto significa”, dijo Varitek antes de hacer una pausa y enjugarse las mejillas.
Varitek habló desde un podio en frente del “home” de JetBlue Park, una nueva facilidad donde nunca jugará. Su esposa, Catherine, y sus tres hijas, Alexandra, Kendall y Caroline, se sentaron a pocos metros de distancia.
“Él ha estado muy emocional toda la semana”, dijo Catherine Varitek. “Es algo muy duro para él. Los muchachos significan mucho para él”.
Beckett dijo: “Es dificil ver llorar a un hombre. No tengo palabras para hablar de él y de lo que significó para nosotros”.
Los Medias Rojas le ofrecieron a Varitek un contrato de ligas menores y no le podían garantizar un puesto en el equipo grande. Él tenía ofertas de otros equipos pero no estaba dispuesto a cambiar de uniforme. Eso llevó a Varitek a ponerse un flux gris y pararse frente al plato donde hubiese querido agacharse a llamar el juego.
“Él estaba muy consciente de que está dejando un legado. Fue muy importante conocerlo”, dijo Scott Boras, el agente por mucho tiempo de Varitek. “Él lideraba un cuerpo de pitcheo y marcaba el paso de una organización, se identificaba con éste equipo”.
“Fue más que un uniforme, o un trabajo, o un lugar. Para él, se trataba de ser parte de la tela”.
Joe Varitek quién crió a Jason y otros tres hijos, dijo que era un momento de orgullo para su familia. Él y su esposa Donna, vieron a su hijo hablar con una cajita de toallas al alcance de la mano.
“Si lideras por ejemplo, que es lo que él hace, siempre es bueno ver a otras persones notarlo y reflexionar sobre eso”, dijo. “Es un gran sentimiento. Es algo que valoras toda la vida”.
El dueño John Henry dijo que ver retirarse a Varitek y Wakefield se sentía como el fin de una era para los Medias Rojas.
“Esto habla más de ellos, del tipo de persona que son, que de cualquier otra cosa.”, dijo. “Estos son dos jugadores extraordinarios que lo dieron todo. Cuando se tienen dos jugadores de su estatura que han sido parte de esta organización por tanto tiempo, cuando ellos se van, comienza un nuevo capítulo”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
martes, 6 de marzo de 2012
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