lunes, 28 de mayo de 2012
Hombres de Negro, 1969, los Milagrosos Mets y aquel Magallanes.
En la entrada del cine insistí varias veces para que viéramos La Isla Misteriosa. Miguelín se quedó mirando los lagartos y abejas gigantes. Sus ojos exploraban el cartelón adyacente y repitió todas las veces, que prefería Hombres de Negro 3. Desde el miércoles me había dicho “Quiero ver esa película contigo papá” y me abrazó. En la puerta nos dieron los lentes. Sólo cuando logré ponérselos de sopetón, se los ajustó y saltó en el asiento. Casi se lanza filas abajo cuando Will Smith salta desde el Empire State Building para perseguir a Boris El Animal en 1969. Imágenes de la crisis de Wall Street. Titulares del viaje del hombre a la luna y la música de la época me hizo evocar a Stevie Wonder y su Yesterme, Yesteryou, Yesterday, junto a la maestra Rosa Elena de tercer grado y el concurso que organizó en el salón para entregarle un album de barajitas del Apolo 11 a quién acertara todas la preguntas de la tabla de multiplicar.
Los Cadillacs y Fords de la época desempolvaron al Plymouth Century negro de Papá y todas las veces que presionaba las teclas del radio cuando anunciaban a Sandro, o cuando regresó a “Mi Viejo” de Piero porque se lo pedí por favor. La persecución de Boris El Animal atravesó varias fiestas hippie y bares psicodélicos. En uno de ellos se quejaban de los Mets. Al llegar a Shea Stadium fue inevitable la descarga de Tom Seaver lanzando aquel juego casi perfecto. La remontada para desalojar a los Cachorros de Chicago del primer lugar de la División Este de la Liga Nacional. Aquella victoria 2-1 de Jerry Koosman para igualar la Serie Mundial ante los Orioles de Baltimore. Tug McGraw. Nolan Ryan. Gary Gentry. El betún excesivo en el zapato de Cleon James que en el sexto inning del quinto juego de la Serie Mundial hizo que el árbitro reconociera que había sido golpeado por Dave McNally. Las palabras de Don Clendenon para Tom Seaver luego de perder el primero de la Serie Mundial ante los Orioles. “Tranquilo, nosotros les vamos a ganar a esos tipos”. Los análisis de los expertos dando por sentado el triunfo de los Orioles. Las atrapadas de Tommie Agee. La zambullida de Ron Swoboda. Ahí recordé la sentencia caraquista: “Magallanes será campeón cuando el hombre llegue a la luna y los Mets ganen la Serie Mundial”.
Cuando salió el batazo que capturó Cleon James para decretar el campeonato de los Mets, fluyó toda la gesta magallanera a través de aquel relevo de 10 episodios de Gregorio Machado, donde el mismo anotó la carrera del triunfo desde primera base con triple de Gustavo Gil. Los blanqueos de Orlando Peña y Don Eddy ante La Guiara en los dos primeros juegos de la final. El jonrón de Armando Ortíz ante Miguel Cuellar en la inauguración de la Serie del Caribe. El juego casi perfecto de Ritchie ante los Tigres de Licey de Rico Carty, Manuel Mota y César Cedeño entre otras estrellas. La jugada de Dámaso Blanco para desactivar el squeeze play de Santos Alomar. El imparable de Gustavo Gil para traer a Dámaso con el mensaje del campeonato del Caribe. El público cantando el himno nacional en el estadio Universitario.
Los Hombres de Negro, finalmente colocan el protector de alienígenas en la punta del Apolo 11. La noche cuando esperábamos la llegada de los astronautas a la luna, le dije a Carmen que me llamara cuando Neil Armstrong pisara la luna, siempre lamentaré haberme quedado dormido. Al final Boris El Animal asesina al padre de Will Smith, cuando el niño de 5 años pregunta por su Papá, Miguelín me abrazó durísimo; de la misma forma que abracé a Papá cuando me cargó aquella noche de 1969 desde la casa hasta el hospital con una fiebre de más de 40 grados.
Alfonso L. Tusa C.
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