jueves, 21 de febrero de 2013
Edith Houghton, poco usual mujer entre los scouts de beisbol, fallece a los 100 años.
Paul Vitello. TNYTimes. 15-02-2013.
Los Filis de Filadelfia eran inquilinos perennes del sótano en 1946 cuando Edith Houghton, una delgada, mujer joven de cabello negro en sus treintas, entraba a la oficina del equipo sin cita previa y se gestionaba un trabajo poco común. Se convirtió en una de las primeras mujeres, y hasta este día la única mujer, en buscar talento para un equipo de Grandes Ligas.
A Houghton, quien feneció el 2 de febrero de 2013 en Sarasota, Fla., a los 100 años, le gustaba decir que fue la primera mujer empleada como scout de Grandes Ligas que se gestionó por su cuenta el cargo. Su única predecesora conocida, Bessie Largent, había trabajado por muchos años junto a su esposo, Roy, como scout para los Medias Blancas de Chicago. Pero como Houghton se lo hizo ver a los periodistas, aunque nunca hizo una polémica de eso, ella trabajó individualmente para los Filis desde 1946 hasta 1951.
Hay diferentes versiones sobre porqué Houghton consiguió el trabajo. Algunas dicen que ella abordó al presidente de los Filis, Robert Carpenter, con un profundo conocimiento del juego. Otras mencionan el album que trajo con ella lleno de recortes de periódicos que documentaban su impresionante carrera como jugadora en las décadas de 1920 y 1930 en el circuito nacional femenino de béisbol conocido como Bloomers Girls league.
Los periodistas deportivos de Filadelfia, amargados por una década de temporadas negativas que ubicaba al equipo cerca del sótano de la tabla de posiciones, dijeron que los Filis la habían contratado porque ella no tenía nada que perder.
El haber conseguido ese trabajo constituye uno de los más inusuales logros de cualquier mujer en los deportes de Estados Unidos de Norteamérica.
Frank Marcos, director senior del escritorio de buscadores de talento de Major League Baseball, el servicio cooperativo de búsqueda de talento del béisbol, dijo que además de ser una de las primeras mujeres scouts en el béisbol, Houghton fue aparentemente la última.
“Hemos hablado de esto todo el día, haciendo llamadas a varios equipos alrededor del país”, dijo Marcos en una entrevista el jueves 14 de febrero, luego que la noticia de la muerte de Houghton hubiese empezado a esparcirse. “Y no sabemos de otras mujeres scouts de beisbol a medio o tiempo completo desde entonces”.
Agregó: “¿Me gustaría cambiar eso? Seguro”.
En una entrevista de 1946 con The Sporting News, Houghton explicaba su criterio de búsqueda de talento. “Primero que nada, tomaré en cuenta el tamaño”, dijo. “Los jugadores deben ser grandes y rápidos. Pero deben ser capaces de batear. Aprendí temprano en mi carrera beisbolera que no puedes robar primera base”.
Agregó: “No es difícil escogerlos. Buscas la habilidad natural. El resto se logra con entrenamiento.
Edith Houghton nació el 12 de febrero de 1912, en Filadelfia, la menor de 10 hermanos. Su padre, quién jugó béisbol semiprofesional, empezó a enseñarle el juego desde muy pequeña. La página web del Nacional Baseball Hall of Fame la describe como un “prodigio del béisbol”.
Houghton tenía 10 años de edad cuando se convirtió en la shortstop regular de las Bobbies de Filadelfia, un equipo de mujeres jóvenes en edad adolescente y cercanas a los 20 años de edad que competía en la Bloomers Girls. (Esta organización fue anterior a la All-American Girls Professional Baseball League, que fue creada durante la segunda guerra mundial y fue homenajeada en la película de 1992 “A league of their own”, una historia de ficción).
Su edad, su tamaño diminuto, su uniforme muy holgado, ajustado con alfileres y cordeles, y su destreza, la convirtieron en consentida de los periodistas deportivos locales. Una historia en el periódico de Lancaster, Pa., reportaba “La pequeña señorita Houghton, el fenómeno de 10 años de edad, jugó en el shortstop y fue la favorita de los aficionados por su espléndido trabajo al campo y con el bate”.
El béisbol femenino disfrutó su apogeo durante los años 1920, cuando terminó la Progressive Era y las mujeres ganaron el derecho a votar en los Estados Unidos. Houghton viajó con las Bobbies en una excursión de dos meses a Japón, poco después firmó con las New York Bloomers Girls, el mejor equipo femenino de la época.
Jugó con el equipo de Nueva York durante seis años y luego firmó con un equipo femenino asentado en Boston, las Hollywood Girls, quienes jugaban contra equipos masculinos de béisbol semiprofesional. La popularidad del béisbol femenino disminuyó con la llegada de la radio en los años 1930, porque la transmisión de los juegos de béisbol profesional masculino tenían un gran atractivo.
Al comienzo de la segunda guerra mundial, Houghton se enroló en la división femenina de la naval, las Olas (Waves) (Women Accepted for Volunteer Emergency Service), y jugó en equipos de béisbol femenino patrocinados por la naval durante la guerra, mantuvo un promedio de bateo de cerca de .800. (Tambien trabajaba como gerente de abastecimiento de la naval).
Houghton trabajaba como compradora de artículos de vidrio para una cadena de tiendas de vidriería después de la guerra cuando decidió convertirse en scout de béisbol. Durante su carrera con los Filis, evaluó cientos de peloteros y firmó 16, aunque ninguno llegó a las mayores.
En una entrevista, dijo que la competencia entre scouts era intensa. “Seguíamos a los mismos jugadores”, dijo. También expresó que algunos peloteros recelaban ser evaluados por una mujer.
Siendo aún reserva de la naval, abandonó los Filis en 1951 luego que fuese llamada para servir en la guerra de Corea. Permaneció en la naval hasta 1964, cuando se mudó a Sarasota.
Poco ha sido escrito de su vida desde entonces. No tuvo sobrevivientes conocidos. Su deceso fue confirmado por una funeraria de las afueras de Filadelfia.
El Philadelphia Inquirer entrevistó a Houghton en 1986 para un artículo sobre el descubrimiento del diario de una mujer de Filadelfia en los archivos del National Baseball Hall of Fame. El documento escrito por una de las compañeras de Houghton describía su excursión de dos meses en Japón.
“Cuatro mujeres jóvenes en 1925, jugaban béisbol e iban para Japón, eso era muy excitante”, le dijo Houghton al entrevistador. “Deseo que pudiera recordar más sobre eso. Pero era muy joven entonces”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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