lunes, 4 de enero de 2016

El día que murió la música de órgano

03-11-2015. Stacie Wheeler. The Hard Ball Times. La experiencia del estadio evoluciona debido a las tendencias de la sociedad, avances en tecnología y las fluctuaciones económicas, pero el encanto inherente de ver un juego de beisbol en vivo es uno en el cual las tradiciones, rituales, historias de los equipos y camaradería entre los aficionados añade un componente venerado y auténtico que no puede ser recreado en televisión, radio o smart phone. Encontrar el balance perfecto entre satisfacer la base de aficionados obsesionada con el paso acelerado de la tecnología y preservar las ricas historias de las franquicias de Grandes Ligas y sus estadios es una asignación compleja: Muchos aficionados se están volcando hacia sus iPads y teléfonos celulares, ahora los entreinnings están llenos de antigüedades en el campo y juegos de participación del aficionado que se pueden ver en la pizarra, todos diseñados para llamar la atención de aquellos aficionados preocupados por sus dispositivos electrónicos. Mientras el acceso a Wi-Fi, las pizarras de video de alta definición y sofisticados sistemas de sonido son patrones definidos en las mayores, hay algo que debe decirse acerca del carismático e irreemplazable elemento de un organista en vivo, el momento tradicional del séptimo inning y otras costumbres de la experiencia tradicional del estadio de beisbol que halan al aficionado hacia la derivación y la historia del juego, mientras construyen comunidad y rituales e los aficionados. La música de órgano es uno de los sonidos históricos del béisbol, y los aficionados de equipos como los Dodgers y los Medias Blancas se entretenían con las melodías interpretadas por las organistas Nancy Bea Hefley y Nancy Faust, las originadoras por muchas décadas de la música de las gradas. Tristemente, llegará un tiempo cuando una nueva generación de aficionados de los Dodgers no asocien la canción “Master of the House” del musical de Broadway “Les Miserables” con el antíguo jugador más valioso de la Serie Mundial, Orel Hershiser. Antes del juego final de 2015 en Dodger Stadium, Hershiser estaba presente en una ceremonia antes del juego para honrar el retiro de Nancy Bea como organista el equipo por 28 años. La experiencia del estadio de beisbol puede generar nuevos aficionados al establecer rituales y memorias compartidas, y la música de órgano de Nancy Bea fue una parte integral de la tradición beisbolera de los Dodgers. Visitar Dodger Stadium y ojear la grama verde esmeralda por primera vez en persona fue un punto de inflexión en mi joven afición beisbolera. Recientemente redescubrí la cartulina del boleto del primer juego al cual asistí en 1986. (Boletos de cartulina, una parte de la tradición colectiva, son todo menos una cosa del pasado). La experiencia de sentarse en la sección Loge junto a otros seguidores del Azul Dodger cementó mi alianza a este equipo y a este juego. No solo los Dodgers ganaron su último campeonato de Serie Mundial en 1988, sino que lograron una adición icónica y melódica para su familia cuando Nancy Bea Hefley reemplazó a Helen Dell el mismo año. Los aficionados de los Dodgers iban a disfrutar consistentemente de una experiencia de estadio de beisbol en Dodger Stadium, la cual siempre incluía un Farmer John Dodger Dog, mirando a la pintoresca hilera de palmeras de Chavez Ravine, y escuchar la banda musical de Nancy Bea para el juego. Como niño, yo estaba enamorado con la experiencia de cantar con mi familia (un evento raro en mi casa) y otros aficionados durante el séptimo inning. Los aficionados de los Dodgers ya estaban molestos cuando la carga de trabajo de Hefley había sido disminuida y limitada a solo una canción durante los juegos. Una. Ella esperaba siete innings, interpretaba “Take Me Out to the Ballgame”, y se iba a casa. En junio, Nancy Bea publicó en su página de Facebook que ya no hacía falta y que no regresaría en 2016 al palco de la prensa, Vin Scully, de Dodger Stadium. Después de un escándalo en las redes sociales, los Dodgers le ofrecieron un contrato vitalicio a Nancy. La tradicionalista que soy despreció el reloj nuevo instalado detrás de la barda del jardín central en Dodger Stadium, pero la ausencia de la hermosa música del órgano de Nancy Bea flotando en el aire de Dodger Stadium es una vergüenza. Los anfitriones de estadio y los DJ han suplantado las tradiciones musicales del estadio de beisbol. La música pop y hip-hop pregrabada sonará en los parlantes de Dodger Stadium la mayor parte del juego si los Dodgers escogen no contratar un nuevo organista. La evocación de la tradición del beisbol durante el séptimo inning nunca será igual sin las interpretaciones en vivo de Nancy Bea. ¿Qué es lo próximo? ¿Será reemplazado Vin Scully por Ryan Seacrest en la cabina de transmisión? ¿Será pregrabado el himno nacional? ¿Entrevistará el comediante George Lopez a los peloteros en el campo? Los Dodgers han incluido carreras virtuales de chorizos entre innings, donde Perros Dodger animados corren entre si en la pantalla de video. Me imagino el día cuando los anfitriones del estadio empiecen a lanzar franelas hacia la multitud con pistolas de franelas. A diferencia de las canciones programadas de Taylor Swift interpretadas cada noche. Nancy Bea escogía canciones de su repertorio de más de 2000 melodías al vuelo. Ella estaba influenciada por la acción que ocurre en el campo durante el juego y podía improvisar para modelar y crear ánimo y emoción con su música. Ella no solo tocaba música popular, también incluía canciones menos conocidas, y hacía sus opciones musicales más eclécticas y perfectas para una muchedumbre multigeneracional. Nancy Bea es una parte muy querida de la tradición Dodger, y yo creía que la oficina principal trabajaba para regresar a la verdadera ruta Azul. Pero al eliminar la música de Nancy Bea se degrada la experiencia del aficionado Dodger en el estadio. Su música, como la voz de Scully, le daba otra dimensión a la experiencia de ver el juego, un componente del que pocos equipos del deporte profesional disfrutan. Cuando los Dodgers anunciaron sus planes para renovar Dodger Stadium en enero de 2013, el directivo Stan Kasten describió las metas de los nuevos dueños: “La misión de los dueños de los Dodgers es crear vías para mejorar la experiencia de todos nuestros aficionados. Dodger Stadium es un lugar atesorado de la comunidad de Los Angeles y respetaremos esa herencia mientras restauramos y mejoramos el lugar para nuestros aficionados en el siglo 21”. Janet Marie Smith, la vicepresidente del equipo en planificación y desarrollo, suprevisó las mejoras de Dodger Stadium. En junio, ella habló con un grupo de periodistas de los Dodgers, incluyéndome, sobre las renovaciones de Dodger Stadium y la visión de Kasten: “Queríamos que nuestros aficionados, niños de cualquier edad, niños de cualquier tamaño, fuesen capaces de disfrutar la historia y pensaran que este es un lugar donde se hacen las memorias”. En agosto, Scully anunció que 2016 sería su temporada final en la cabina de transmisión de los Dodgers. Luego de pasar por un procedimiento médico recomendado en octubre, Scully extrañó a Nancy Bea en el juego final de la temporada en casa con el equipo y en la Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Mets, cuando ella interpretó su canción final para los aficionados de los Dodgers. No es solo la música de órgano que está siendo afectada por los cambios de los tiempos. Los eventos históricos y los cambios de los valores culturales pueden modelar la evolución de las tradiciones del estadio también. Las tradiciones de los estadios anacrónicas y políticamente incorrectas podría ser eliminadas, como ocurrió con la aún popular Tomahawk Chop en Turner Field por una discutible postura ofensiva. Un legislación de California vetará en las escuelas públicas usar “Pielesrojas” como mascota de un equipo. Otras tradiciones de estadios de beisbol, como “Sweet Caroline” de Neil Diamond en Fenway Park, se han hecho más significativas desde su inserción. El bombardeo del maratón de Boston en 2013 hizo del cántico del estadio no solo un himno para darle fuerza a Boston en presencia el Monstruo Verde, sino que la tradición del estadio de Boston empezó a reflexionar y simbolizar el espíritu y la solidaridad de la ciudad que se volcó hacia el beisbol en un tiempo de dolor. Las tradiciones de los estadios viejos pueden ser preservadas con las mejoras necesarias para la experiencia del aficionado y las reparaciones de los estadios viejos. La manzana del jonrón de los Mets, instalada en mayo de 1980 en Shea Stadium, inspiró una más nueva y grande en el jardín central de Citi Field. La conservación de la manzana original del jonrón junto a la adición de otra fruta roja para celebrar en el jardín central le da ambiente al estadio y a los aficionados una tradición preservada y compartida mientras disfrutan sus nuevos confines. Brooks Boyer, vicepresidente de ventas y mercadeo de los Medias blancas de Chicago citó la importancia de la música de órgano en el beisbol en un artículo de MLB.com en 2006 antes que la organista Nancy Faust se retirara. “Es duro porque quieres hacer algo para todos”, dijo Boyer. “Hay personas a quienes no les gusta la música de órgano. Y hay personas que prefieren que eso sea lo único que oigan en el estadio. Es algo que representa una parte de la historia del beisbol, y queremos continuar ofreciéndola”. Hay aficionados de beisbol quienes ven el juego mirando hacia abajo a la palma de su mano en su teléfono. Aunque ahora somos capaces de volver a ver los momentos resaltantes desde numerosos ángulos en nuestros smart phones a segundos de la acción, aún no hay un reemplazo virtual por estar en el momento y ver el juego desarrollarse en vivo frente a usted. Yo esuve ahí cuando Clayton Kershaw bateó su jonrón el día inaugural en Dodger Stadium contra San Francisco en el octavo inning en 2013, y ningún video ha podido replicar la energía de Dodger Stadium durante ese momento. Mientras la experiencia del estadio siempre evoluciona y se adapta a la sociedad y la demografía, la rica historia del juego y las tradiciones compartidas no deberían ser abandonadas o disueltas a favor de los llamados de atención de los anunciantes. Perde a Nancy Bea, y su habilidad para hablar a la multitud a través de su música, es un paso en la dirección equivocada. Referencias & Recursos: • Josh Sanborn, Time, “California ‘Redskins’ Ban a Rare Statewide Win for Movement,” Oct. 12, 2015 • Nancy Bea Hefley’s Facebook page • Scott Merkin, MLB.com, “To many, organs give life to baseball,”April 21, 2006 Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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