martes, 5 de enero de 2016

Los Super-Subs (sustitutos) son indispensables Los jugadores de muchas posiciones son parte esencial en los equipos campeones.

Scott Merkin. MLB.com. Baseball Digest. Septiembre 2007. Un joven se para en un campo de beisbol cerca de su casa, trabaja con diligencia las interioridades del juego con su padre. Él comienza tomado roletazos en el campocorto, luego se mueve a segunda y hace lo mismo, y finalmente termina en tercera base. Antes que se haya completado la sesión, él se mueve hacia los jardines y toma elevados en la izquierda y el centro. Mientras los dos recogen su equipo y se dirigen al carro, el aspirante a beisbolista le dice a su padre las siguientes palabras: “Papá, cuando crezca, me gustaría ser un super-sub a nivel de Grandes Ligas. De verdad quiero ser capaz de contribuir en diferentes posiciones pero solo en rol de utility. Ese es mi sueño en el beisbol”. La primera parte de este escenario ciertamente sería considerada plausible, pero ninguna estrella del beisbol en su sano juicio aspiraría a jugar un papel secundario, aún si eso significara alcanzar el nivel más alto del beisbol y encontrar un nicho para su carrera. Aún así, estos peloteros híbridos se han convertido en parte esencial de equipos de campeonato. Tomemos por ejemplo a Pablo Ozuna. Durante la histórica temporada de Chicago en 2005, Ozuna jugó 32 juegos en tercera base, 15 en el campocorto, nueve en el jardín izquierdo , seis en segunda base, dos en primera base y uno en el jardín derecho. Ozuna no solo le dio descanso a peloteros regulares como Joe Crede, Juan Uribe y Scott Podseddnik, sino que como uno de los peloteros más rápidos del equipo, Ozuna se desplazó hacia el puesto de abridor de la alineación de los Medias Blancas sin que nadie lo notara. Ozuna podía robar bases, como lo hizo como corredor emergente en el noveno inning del segundo inning de la Serie de campeonato de la Liga Americana, para anotar la carrera ganadora con el doble de Crede. Ozuna también podía dar el hit oportuno como emergente, sin mencionar que le daba al manager Ozzie Guillen gran flexibilidad para hacer4 dobles cambios hacia el final del juego. Pero aún durante su tercer año de hacer las Grandes Ligas mediante responsabilidades variadas y antes de la temporada de 2007 interrumpida por las lesiones, Ozuna aún busca la oportunidad de convertirse en regular. “No voy a presionarme para ser un jugador de todos los días, pero definitivamente, si me gustaría tener la oportunidad”, dijo Ozuna. “Me empujo para ser jugador regular, pero solo si esto viene naturalmente”. Antes de unirse a los Medias Blancas mediante una invitación fuera del roster en el entrenamiento primaveral antes de la temporada de 2005, Ozuna tuvo 472 turnos jugando en segunda base y el campocorto para los Wilkes-Barre d Scranton AAA durante la campaña de 2004. Durante sus dos años después de llegar a Chicago, tiene un total combinado de 581 turnos al bate. Así que ¿Cómo se mantiene preparado para contribuir si solo comienza uno o dos juegos por semana, especialmente cuando existe una variedad de opciones donde el podría ser utilizado? Es la misma situación que han vivido otros peloteros quienes han ocupado ese rol, incluyendo a Jamey Carroll de Colorado, Ryan Freel de los rojos o el compañero de Ozuna, Rob Mackowiak. Los ojos y la mente son tan importantes como la propia preparación adquirida mientras se toma práctica de infield y swings en la caja de bateo. La cosa más importante para mí es mantenerme positivo, si juego o no”, dijo Ozuna. “Cuando no estoy en el campo, trato de enfocarme tanto como sea posible en observar cada posición: observo segunda, observo tercera, observo los jardines. Sé que eso es parte de mi papel para ayudar a ganar a nuestro equipo”. “Como jugador de banca, tiene que ir afuera y prepararte para ir donde algo pudiese ocurrir, tienes que ser capaz de tomar la alternativa”, dijo Carroll. “Solo trataba de prestar atención , ver lo que estaban haciendo los otros tipos. Yo hacía preguntas a los tipos mas viejos, o hasta los que estaban en otros equipos”. Carroll citó a Mike Mordecai como uno de esos veteranos super-subs de quienes el aprendió, también le dio crédito a Andy Fox. Mordecai pudiera ser considerado uno de los fundadores de este papel particular, especialmente como parte de un escuadrón altamente exitoso, jugando alrededor del infield para los Bravos de Atlanta ganadores del título en 1995, y haciendo lo mismo para los campeones de la Serie Mundial Marlins de Florida en 2003. El tiempo de Mordecai en el campo no podría ser clasificado exactamente como extensivo a lo largo de los años, apareció en 69 juegos durante la temporada de 1995 y 65 en 2003. Pero cada oportunidad como emergente, cada uso como reemplazo defensivo hacia una pequeña pero significativa diferencia para el equipo y descanso para los regulares. Estos supers-subs existían de alguna forma antes de Mordecai. Gene Larkin, por ejemplo, participó en 47 juegos en los jardines, 39 en primera base y otros dos en el infield para los Mellizos de Minnesota de 1991. También empujó la carrera ganadora con elevado de sacrificio en el séptimo juego de la victoria de Serie Mundial de Minnesota sobre Atlanta. Tony Phillips acumuló 451 turnos al bate entre aperturas en el infield y los jardines para los Atléticos de 1989. Y no se olviden de Joe McEwing quién jugó seis posiciones para los Mets de 2000 quienes perdieron ante los Yanquis en la Serie Mundial, McEwing vio al menos acción en un juego en ocho posiciones en 2001, si el bateador designado se incluye en la ecuación. Estos super-subs también vienen en la variedad juvenil, con B.J. Upton disputándole a Brendan Harris este puesto particular en el campo de entrenamientos de Tampa Bay. Upton fue la segunda escogencia del draft de 2002 para jugadores de primer año, pero antes de esta temporada tuvo que encontrar una posición fija, jugando tercera, campocorto, segunda base y los jardines. “Hasta ahora, segunda base parece ser su posición más apropiada en el infield.”, dijo el manager de los Rays, Joe Maddon. “Tal vez es algo relacionado con el lado derecho del campo. Parece reaccionar bien ahí”. “Empiezo a sentirme más cómodo de lo que estaba”, agregó Upton acerca de la segunda base. “El dobleplay es básicamente lo que tengo que mejorar ahora”. Durante los primeros 76 juegos de los Devil Rays en la temporada, Upton apareció en 48 juegos en segunda y ocho en el jardín central, bateó .320 antes que una lesión a principios de junio lo forzara a perder tres semanas. Phillips eventualmente se convirtió en regular en Oakland y para cuatro equipos luego de sus ocho años en Oakland, y la misma transición debería ocurrir con Upton. No es poco común para estos super-subs ganar la titularidad, algo que Craig Counsell logró en Arizona. Freel lo ha hecho con los Rojos y Carroll con los Rockies. Carroll firmó un contrato de dos años con los Rockies por 4 millones de dólares durante el receso, al conseguir batear para .300 como segunda base principal de Colorado en 2006. Ahora comparte el tiempo en segunda con Kaz Matsui, pero como utility en el cuerpo de un regular, es usado en otras posiciones para mantenerlo en la alineación todos los días. Freel tomó la responsabilidad en el jardín central de Cincinnati en el comienzo de la temporada de 2007 antes que una lesión cortara su tiempo de juego. Pero aún cuando Freel estaba oscilando de segunda a tercera al jardín derecho casi a diario, nunca fue visto como jugador de medio tiempo. “Él es un regular, pero no comienza siempre en el mismo lugar”, dijo el manager de Cincinnati, Jerry Narron, de Freel. “Siempre lo ha sido, ‘Él va a jugar, ¡pero donde?’ “Freel agregó, ‘Yo vengo al entrenamiento primaveral y cada posición está ocupada por un prospecto o alguien consagrado. Pero este año ha habido más oportunidades que en los anteriores”. El deseo de actuar como regular, sin embargo, no debe ser malinterpretado como falta de apreciación u orgullo por el trabajo de super-sub. De alguna manera, el versátil y a menudo infrecuentemente usado jugador utility se enfoca más y trabaja más que un jugador regular. Durante cualquier sesión de práctica de bateo, alguien como Ozuna o Freel se podría encontrar haciendo tres o cuatro paradas en el infield o los jardines. Como dijo Carroll, el día que no toma roletazos en tercera es el día cuando él espera ser usado en la posición. Nadie escoge ser utility mientras asciende en su respectiva organización, venir de la fría banca en el momento clave del juego. Pero ese papel no solo se ha convertido en una necesidad de supervivencia para algunos peloteros, es un componente valioso para la mayoría de los equipos ganadores. Ganar trata de jugar regularmente casi todo el tiempo. “Pienso que no hubiese podido llegar a las Grandes Ligas a menos que jugara en varias posiciones”, dijo Mackowiak, quien empezó a jugar beisbol como campocorto pero nunca juego su posición original en las mayores. “Yo era jardinero derecho y tercera base, y los tipos que juegan esas posiciones batean para promedios altos. Yo no soy ese tipo de pelotero. Pero prefiero tomar 50 turnos al bate en un equipo ganador que 400 en uno perdedor”. “Esa denominación de ‘super-sub’ me llevó a las Grandes Ligas”, agregó Freel. “Me ayudó a quedarme aquí en las mayores. Me ha dado la oportunidad de jugar más. La asumo con gran orgullo”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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