miércoles, 24 de agosto de 2016

Defensiva reconocida.

Torii Hunter y Doug Mientkiewicz de los Mellizos de Minnesota están orgullosos de su trabajo con el guante. El jardinero central y el primera base de Minnesota capturaron los honores del guante de oro por su juego defensivo en 2001. Jim Souhan. The Minneapolis Star Tribune. Baseball Digest. Junio 2002. Ellos cubren más terreno que la hojarasca, pasan más tiempo en posición horizontal que los practicantes de trineo y comparten esa clase de respeto mutuo usualmente reservado para los corajudos. Pero hasta noviembre pasado, Torii Hunter y Doug Mientkiewicz solo tenían quemaduras de grama artificial que mostrar por sus demostraciones de fildeo. Ese día fueron premiados con el Rawlings Gold Gloves, indicando que eran los mejores fildeadores en sus posiciones en 2001. “Empecé a llamar a Torii en ese momento para felicitarlo”, dijo Mientkiewicz. “Su teléfono celular estaba ocupado. Finalmente, me di cuenta que nos estábamos llamando mutuamente. Esperé un segundo, y la llamada de Torii entró”. En 2001, luego de años de rebotar en la organización de los Mellizos, Hunter y Mientkiewicz se convirtieron en celebridades del beisbol de la manera más difícil, con cuero no con madera. En la superficie, el delgado jardinero central y el cuadrado primera base tienen poco más en común. Mientkiewicz creció en Miami desempeñándose como catcher en el equipo de una escuela secundaria privada junto a Alex Rodríguez y se convirtió en primera base estrella en Florida State University antes de ser seleccionado en la quinta ronda del draft de 1995. Hunter creció en Arkansas, jugando campocorto en una escuela secundaria pública antes de convertirse en escogencia de primera ronda de los Mellizos en el draft de 1993 y empezar un largo y a veces difícil ascenso en las ligas menores. Pero fue juntos que ellos llegaron como peloteros de impacto simultáneamente en 2001, para convertirse en los primeros compañeros de equipo de los Mellizos en ganar guantes de oro el mismo año desde Gary Gaetti y Kirby Puckett en 1989. ¿Qué separaba a Hunter y Mientkiewicz de sus pares y los conectaba con tantos puntos positivos? Cambio de posiciones. A Hunter le gustaba mucho jugar en el campocorto en Pine Bluff High en Arkansas. “Siempre quería que batearan la pelota hacia mí, dijo Hunter. “Cuando mi entrenador dijo que quería que jugara en el jardín central durante mi año final, pensé que sería aburrido”. Jugar campocorto resultó ser invalorable para Hunter, “Hay mucho trabajo con los pies en los jardines”, dijo Hunter. “Si la pelota es bateada con fuerza hacia mi izquierda, tengo que moverme rápido en esa dirección, plantarme, pivotear y hacer un tiro a la brevedad. Fue muy importante que Hunter llevara su mentalidad de campocorto al jardín central. Espera que cada pelota sea batead hacia él, y utiliza cada tipo de deslizamiento inventivo para prevenir que cualquier pelota llegue hasta la pared o cualquier tiro no convencional para devolver la pelota al infield. Asi también, Mientkiewicz se benefició de jugar otras posiciones. Fue catcher en Westminster Christian High en Miami, donde Rodríguez jugaba campocorto. Mientkiewicz también jugo tercera base muy bien con el Salt Lake AAA la temporada de 2000. “Lo que aprendí como cátcher fue como bloquear pelotas y qué tan importante es hacerlo”, dijo Mientkiewicz. “No puedes regalar una base. Como tercera base lo que aprendí fue la importancia de que puedes hacer un tiro no tan perfecto y aun así hacer el out. Eso es lo que trato de darle a mis infielders en primera base, ese nivel de comodidad”. Técnicas refinadas. Hunter le da crédito al coach de los Mellizos, Jerry White por ayudarlo a refinar sus destrezas en los jardines. ¿Cómo? White respondió imitando los movimientos de un jugador de futbol americano. White explicó que para un jardinero central, como para un cornerback de futbol americano, el primer paso es crucial. Se paró con los pies paralelos y dijo que tal posición le permite a un jardinero central o a un cornerback levantar la parte superior del cuerpo en reacción para recibir o para buscar un elevado. “Eso te hace realizar el trabajo”. White entonces se paró con los pies alineados diagonalmente, el pie derecho detrás del izquierdo. “Al colocarte así, estás listo para moverte hacia la derecha, y estás a un paso de voltearte y moverte rápido hacia tu izquierda”, dijo él. “Lo que de verdad es importante es que esta posición te ayuda a mantener abajo la parte superior de tu cuerpo”. Durante un juego cerrado, White le hará señas a sus jardineros para que se mantengan abajo y relajados. “La tensión te hace levantar el cuerpo, lo cual causa pérdida de tiempo”, dijo White. Observe a Mientkiewicz antes de un pitcheo, y él se colocará tan abajo como sea posible, doblando sus rodillas y rozando el terreno con su mascotin. “Cuando estás parado a 90 pies del plato, tu primera reacción es muy importante”, dijo él. “Das un paso en falso y la pelota te burla”. Los Mellizos practican mucho con sus jardineros, pero lo que hace singular a Hunter es su voluntad para tomar docenas de elevados durante la práctica de bateo. “Eso te mantiene alerta y te ayuda a seguir la pelota desde que sale del bate”, dijo White. El año pasado, Mientkiewicz, hizo que Ron Gardenhire, entonces coach de tercera base, le bateara roletazos desde la tercera base, para que Mientkiewicz practicara atacando los botes cortos. “Ese es un ejercicio que siempre han hecho todos los equipos donde he estado”, dijo Mientkiewicz. “No hay nada mejor”. Tan importante como eso, Mientkiewicz y Hunter se familiarizaron más con los bateadores de la liga la temporada pasada, lo cual les permite anticipar la dirección de una pelota bateada. “Las grandes jugadas son el resultados del gran pitcheo”, dijo Mientkiewicz. “Cuando nuestros pitchers colocan la pelota donde quieren, podemos anticipar. Cuando están regados, estamos un paso retrasados”. Ejercitándose. Mientkiewicz agregó cerca de 10 kilogramos de músculos el invierno pasado, la mayoría de ellos en los brazos y hombros. También ha retomado el salto de la cuerda luego de un receso de tres años debido a una vieja lesión en el pie. Pero Mientkiewicz nunca tendrá la flexibilidad y la inclinación de Hunter, “Hace falta algo de destreza para jugar bien la primera base, pero tienes que ser un gran atleta para jugar en el jardín central”, dijo Mientkiewicz, “Torii es formidable en una posición donde hay muchos grandes atletas”. Mientras Mientkiewicz agregó fortaleza para el poder y durabilidad, Hunter dijo que trabajó duro con sus músculos abdominales. Ambos necesitan mantener su fuerza. Lanzarse de cabeza en la grama artificial del Metrodome, puede hacer mucho daño. Una pequeña ayuda Cuando Hunter se lanza tras una pelota entre dos, y parece permanecer horizontal como si dormitara, o Mientkiewicz se lanza a su derecha, arriesgándose a quemaduras de grama artificial y magulladuras corporales, eso es un acto de atleticismo individual y destreza. Pero ellos dicen que sus compañeros de equipo son los que hacen que esas jugadas sean posibles. White dijo que el alcance de Jacque Jones en el jardín izquierdo permite que Hunter se cargue más hacia el espacio entre el jardín central y el derecho donde a menudo los Mellizos utilizan un jardinero menos dotado. Mientkiewicz dijo que el surgimiento del segunda base Luis Rivas le permite estar cerca de la línea de cal, donde puede cortar más batazos con etiqueta de doble. “También cuando me lanzó a mi derecha y pierdo la pelota, y Luis la toma, nadie recuerda que yo la fallé”, dijo Mientkiewicz. La familiaridad también ha alimentado la competitividad en el infield. “Al haberme formado con estos tipos, sé cuales son sus tendencias”, dijo Mientkiewicz. “Cuando el tercera base Corey Coskie hace un tiro, usualmente se desvía hacia el plato. Cuando Guzie (Christian Guzman) está en dificultades, utiliza la grama artificial para lanzar a primera base de un rebote. Y con Luis, sé que cada tiro va directo al pecho”. Gardenhire también le dio crédito a Coskie. “Dougie debería ir y darle un cinco arriba a Corey”, dijo el nuevo manager. “Si Corey no hubiese lanzado todas esas pelotas contra el piso el año pasado, Dougie no habría mostrado todos sus atributos defensivos”. Factor miedo. Dejando a un lado la destreza, Hunter y Mientkiewicz no hubiesen ganado el guante de oro si no hubieran tenido la voluntad de arriesgarse ante el peligro físico. Los compañeros de equipo hablan de la vez cuando, jugando para el New Britain AA, Hunter corrió a través de una pared de los jardines. “Choqué contra la pared y la atravesé, detrás había un tipo bebiendo cerveza y hablando con una mujer”, dijo Hunter. “Me miró y dijo, ‘¿De donde saliste tú?’”. Hunter sigue retando paredes aunque las de Grandes Ligas son más resistentes. “Cuando veo que esa pequeña bola blanca asciende, quiero atraparla, a toda costa”, dijo Hunter. “Si tengo que golpearme tontamente haciéndolo, lo hago”. Mientkiewicz enfrenta una amenaza diferente, bateadores zurdos de poder parados a 90 pies de distancia mientras él cuida a un corredor en primera base. “No piensas mucho en recibir un pelotazo”, dijo él. “Ves a Carlos Delgado parado ahí, y eso llama tu atención”. Cuando alguien como Delgado batea una línea hacia primera base, solo unos reflejos relampagueantes separan un out de un nocaut. “No pienso en eso, hasta que termina la jugada”, dijo Mientkiewicz. “Me aseguro de que la pelota esté en mi guante. Entonces reviso para ver si tengo completas todas las partes de mi cuerpo”. Posturas defensivas. No es coincidencia que los orientados hacia la defensiva Mellizos produjeran dos ganadores de guantes de oro. En el clubhouse de los Mellizos, se valora el gran fildeo. “Yo estaba feliz de haber ganado el guante de oro”, dijo Mientkiewicz. “Pero si Torii no lo hubiese ganado, habría sido una gran pena. Hay muchos grandes jardineros centrales , pero creo que Torii es el mejor del beisbol. No veo regularmente a Andruw Jones de los Bravos de Atlanta. He oído que es muy bueno, pero no puedo imaginar que nadie sea mejor que Torii”. En un equipo que depende del pitcheo y la defensa, Hunter y Mientkiewicz dan a sus pitchers y compañeros fildeadores un margen de error y la comodidad de saber que hasta los batazos más peligrosos pueden ser convertidos en outs. “La defensa es un asunto de equipo”, dijo Mientkiewicz. “Y este equipo tiene mucho orgullo por ella. Una hora después del anuncio del premio, pienso que me llamaron 18 compañeros de equipo”. El pitcher de los Mellizos Brad Radke fue de los primeros en llamar. Él y su esposa, Heather, enviaron flores a Hunter y Mientkiewicz. “Cuando ganas un guante de oro es algo especial”, dijo Gardenhire. “Es muy especial, muy sorprendente, cuando lo ganan tipos jóvenes, porque usualmente lo ganan los bates de plata (líderes de bateo). “Hay muchos grandes jardineros centrales y Torii lo ganó. Tuvimos un gran primera base aquí, Kent Hrbek, quien nunca ganó uno, él merecía uno. Así que para nosotros, que nuestro primera base haya ganado el guante de oro, es algo especial”. Traducción: Alfonso L. Tusa C. Nota del traductor: Estadísticas de Doug Mientkiwicz con los Navegantes del Magallanes en la temporada 1999-2000: 22 J, 82 Vb, 11 CA, 22 H, 4 2H, 3 3H, 2 HR, 10 CE, 1 BR, .268 AVG.

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