lunes, 13 de noviembre de 2017

‘Él de verdad era alguien que estaba en otro nivel’

Daniel Flores participó en la exhibición internacional de MLB de febrero en República Dominicana. Bill Mitchell. Aimee Ortiz. The Boston Globe. 10 de Noviembre de 2017. José Salas Jr., quien entrenó al prospecto de los Medias Rojas y “básicamente lo adoptó”, no escatimó palabras para describir al cátcher de 17 años de edad cuya muerte fue reportada este miércoles 8 de noviembre. “Honesto, sincero, gran trabajador, excelente hijo quien siempre sonreía”, dijo Salas durante una entrevista este jueves en la noche, “Él era un ser humano excepcional…Alguien que estaba en otro nivel”. Los Medias Rojas dijeron que murió de complicaciones durante el tratamiento de cáncer. Salas dijo que Flores fue diagnosticado con una forma extrema de cáncer testicular que había hecho metástasis. El cáncer se había extendido hacia los pulmones de Flores, dijo él. El adolescente venezolano pasó un tiempo en República Dominicana y en Fort Myers, Fla., trabajando con los instructores de los Medias Rojas, en avance de su debut profesional en la Dominican Summer League en 2018. De acuerdo a Salas, Flores se hizo hombre antes de tener la oportunidad de ser niño. Salas dijo que Flores dormía de niño en pisos sucios, y ayudó a sacar de la pobreza a su madre, Rosa Urbaneja, y a su hermana de 10 años de edad. “Daniel Flores nos enseñó muchas cosas”, dijo Salas. “Humor, confianza, voluntad, que voluntad, caramba, que voluntad…” Salas dijo que Flores tuvo 14 pruebas con 14 organizaciones distintas, “una detrás de otra”, y nunca se quejó. Despues de una dura prueba de 11 horas, él regresaba al campo a las 7 am del día siguiente para la siguiente sesión con otro equipo. “No hay nada más que decir”, dijo Salas con la voz quebrada. “Hace dos martes él estaba bateando líneas ante rectas de 95 millas por hora”. Salas dijo que Flores se había quejado de un dolor en la espalda pero insistió en que estaba bien, atribuía el dolor a un tirón muscular o solo a una mala noche. Moriría días después del diagnóstico, de acuerdo a Salas. Salas notó que todos los exámenes sanguíneos así como todos los exámenes físicos de Flores antes de firmar el contrato con los Medias Rojas fueron claros. “Nada de señales, ni seguimientos, ni nada…Hicimos cada pequeña prueba y él estuvo bien”, dijo él. “Cuando vimos que la situación era seria, hicimos barridos de CT, rayos X, pero era muy tarde, muy tarde”, dijo Salas, “Él era tan fuerte que no sentía dolor…No hubo señales, nada sospechoso, nada de negligencia, no hubo nada…no sé que decir”. De acuerdo a Salas, Flores era un adolescente sano, quien nunca bebió malteadas proteínicas, mucho menos consumió esteroides. “No creo en esteroides, no creo en malteadas proteínicas, no creo en nada de eso”, dijo Salas. Flores tuvo un bono de 3-1 millones de dólares por firmar con los Medias Rojas y no se sabe cuanto de este fue pagado, pero, de acuerdo a Salas, Flores nunca usó ese dinero. “Ni un zarcillo, ni un tatuaje, ni una falta de conducta, ni una fiesta de noche avanzada, ni siquiera ropas, era un ángel”, dijo Salas. Salas estuvo de acuerdo con el sentimiento compartido por los seguidores de Flores en línea: Venezuela, en medio de una crisis política, está ahora de luto. “El beisbol de pequeñas ligas está muy afectado”, dijo Salas, al notar que niños de todas las edades admiraban a Flores. “Él es un ejemplo…es un verdadero testimonio de trabajo duro, fe, honestidad, y voluntad”. Flores será cremado, dijo Salas, y sus cenizas regresarán a Venezuela para una “celebración de su vida” que será realizada en el auditorio de la Universidad Simón Bolivar en Caracas. “Necesitamos evitar que el dolor se convierta en sufrimiento”, dijo Salas. “El dolor sostenido se convierte en sufrimiento, Daniel no merece que se sufra por él. No será sufrido, será celebrado. Todos en la industria del beisbol tienen que celebrar a un ángel como él”. Salas dijo que Flores, en sus cortos 17 años, nunca conoció el odio o la envidia. En vez de eso, el niño pobre del campo, cuya madre vendía empanadas en la calle, era cariñoso y siempre estaba dispuesto a dar lo mejor de sí. “Él no llegó a las ligas mayores del beisbol”, dijo Salas. “Pero fue todo un inquilino del Salón de la Fama”. Alex Speier de The Boston Globe, contribuyó con este reportaje. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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