"Dewey podría ser el jugador más subestimado en la historia de los Medias Rojas de Boston". Herb Crehan.
Además de sus logros beisboleros ( 8 guantes de oro entre 1976 y 1985, lider de la Liga Americana en promedio de bateo con hombres en base, OPS, carreras anotadas, bases totales alcanzadas, jonrones, extrabases, boletos, veces embasado, tres veces lider en asistencias para un rightfielder, 3 veces lìder en promedio defensivo para un rightfielder, 3 veces lider en doubleplays para un rightfielder), Dwight Evans fue un gran compañero de equipo quién siempre dio su mejor esfuerzo para mantener la armonía en el club house de los Medias Rojas.
“Nunca tuve la destreza de Dwight Evans para jugar en el right field. Tenía un buen brazo pero era un jardinero derecho más estático. Evans cubría mucho terreno. Era un right fielder capaz de jugar en el center field si los Medias Rojas lo hubieran requerido. Yo era un right fielder a quién (el manager de los Orioles) Earl Weaver esperaba que le batearan de frente y no tuviera que ir muy lejos a buscar la pelota. Evans jugaba el tipo de right field que deseaba poder jugar”. Ken Singleton. Few and Chosen. Red Sox Greatness across the Eras. Johnny Pesky. Phil Pepe.
“Dwight Evans fue un sólido pelotero quién nunca recibió el reconocimiento total que debió haber tenido”. Lou Piniella. Few and Chosen. Red Sox Greatness across the Eras. Johnny Pesky. Phil Pepe.
"Jimmy Rice tenía la mala costumbre de sentarse en su locker a criticar a sus compañeros de equipo. Para mí eso no era lo que debía hacer el capitán de un equipo. Sé que nunca pidió que lo nombraran capitán, pero era responsabilidad de Jimmy asumir una actitud positiva desde esa posición. A mitad de temporada los peloteros de los Medias Rojas decían a espaldas de Jimmy que él no merecía ser el capitán porque sólo estaba pendiente de si mismo y de nadie más. Siempre había escuchado las historias sobre el egoísmo de Jimmy, no creía que eso fuese cierto. Pero cuando ví lo que Jimmy hacía en 1987, aún después de haber sido nombrado capitán, empecé a dudar.
Tal vez, yo era el del problema, pero para mí, cuando te pones el uniforme del equipo, es para enfrentar al enemigo juntos. Traté de ignorar su actitud tanto como pude, pero con Jimmy, las quejas eran constantes.
Finalmente, me dije que era suficiente. Fui donde Dwight Evans y le imploré que me diera una buena razón para no darle su merecido a Jimmy. Después de todo Evans tenía antigüedad en el equipo. Dwight me pidió una noche para pensar en eso. El día siguiente se apareció con 8 pasajes bíblicos. Dwight me dijo que cada pasaje mostraba porque no debía matar a Jimmy, o morir en una pelea.
No podía creerlo. Hasta el sol de hoy llevo conmigo una Biblia y nunca he leído algo que diga que no debo pelear con Jim Rice. Pero no había ni hay nadie uniformado que respete más que a Dwight Evans. Y él cree que parte de ser integrante de un equipo significa no golpear a los compañeros, a menos que sea absolutamente necesario".
Don Baylor. Nothing but the truth. 1989.
"En el comienzo del undécimo inning, Pete Rose es golpeado por Dick Drago. Ken Griffey toca hacia tercera, cerca del plato. Carlton Fisk toma la pelota con la mano limpia, un poco fuera de balance, manda un riflazo hacia segunda base. Tal ves es mejor cuando está algo fuera de control; porque el tiro es perfecto, Rose es forzado en segunda. Entonces Joe Morgan espera una recta de Drago y conecta una línea que lleva etiqueta de volar sobre el muro del right field. Dwight Evans corre hacia atrás, más y más. Llega a la zona de seguridad, salta y realiza una increíble atrapada sobre su hombro antes que la pelota caiga en la primera fila de asientos. Luego cae y choca contra el muro. Ha ejecutado la Atrapada. La jugada del juego y de la Serie, pero sabe que su trabajo todavía está incompleto. De inmediato rebota de la pared, se cuadra y lanza la pelota al infield. El tiro tiene un desvío de tres metros desde la línea de primera base hacia el dugout. No importa. Carl Yastrzemski está ahí, y Rick Burleson ha cruzado el infield para cubrir primera. Con Griffey prácticamente entregado, estaba a mitad de camino entre segunda y tercera, Yaz le pasa la pelota a Burleson para completar el dobleplay."
Esa jugada fue la mejor prueba de lo que le dijo Don Zimmer a Doug Hornig en una entrevista para el libro. "¿Qué tan bueno era Dwight Evans como right fielder?". Zimmer respondió con otra pregunta. "¿Sabes la diferencia entre un doble por reglas y otro por interferencia de un aficionado?" Hornig dijo que un doble por regla era consecuencia de que la pelota rebotara hacia la tribuna. Y que había interferencia si un aficionado tocaba la pelota antes de que esta saliera del campo. "Bién", dijo Zimmer. "Si la bola se va hacia la tribuna por su cuenta, al bateador le corresponden dos bases ¿Qué le corresponde si un aficionado interfiere?". Hornig estaba inseguro. "¿Un doble?" "Incorrecto", dijo Zimmer. "El árbitro principal, en su mejor juicio, coloca a los corredores donde el piensa que deben estar. Cuando Boston jugaba y había interferencia de un fanático sobre una pelota bateada hacia la línea del right field ¿adivina que pasaba? Hornig se encogió de hombros. Zimmer juntó sus manos. "El bateador era enviado a primera base. Punto. Bien, el manager contrario siempre iba a reclamar, gritando como un energúmeno. '¡Eso es un doble! ¡Es interferencia del fanático! ¡ Debe ser un doble!' El árbitro principal sonreía, señalaba hacia el right field y decía: 'Ah, ah. No con ese tipo ahí.' Dando a entender que a menos que batearan la pelota sobre su cabeza, Evans siempre reducía todo a un sencillo. Si tratabas de alargarlo, él te sacaba out en segunda".
“Es la jugada más grande que haya visto”. Sparky Anderson en referencia a la atrapada de Dwight Evans sobre la línea bateada por Joe Morgan en el úndécimo inning del sexto juego de la Serie Mundial de 1975.
“Dwight Evans nunca tuvo gran velocidad, de alguna manera, es un retorno a los días de Al Kaline, Carl Furillo y hasta de Babe Ruth. Pero ningún rightfielder en el juego desde Roberto Clemente, ha ocupado la posición por tanto tiempo y tan consistentemente bien. Ha ganado 8 veces el guante de oro, su presencia en los juegos de estrellas es perenne, y en jerga ajedrecística es el maestro. Cualquiera sea su edad, velocidad o fuerza de su brazo, nadie como él ha expresado tan sistemáticamente que es lo que hacen los rightfielders.
Desde lo más temprano que puede recordar, Evans dice que siempre ha tenido una pelota en sus manos. Como jugador de fútbol americano en la escuela, era un gran receptor, porque según él, le gustaba atrapar la pelota. Durante la temporada de béisbol, siempre andaba con un guante y una pelota, aún cuando salía por su cuenta. Cuando se hizo profesional en 1969, todavía hacía esto, entrenarse a si mismo sobre como pasar la pelota apropiadamente desde el guante a la mano antes de lanzarla. La meta era agarrar la pelota por las costuras para que su tiro desde los jardines fuese más rápido y tuviera el tipo de efecto que le permitiera rebotar antes que rodar por el suelo cuando aterrizara. Esto es fundamental para los tiros desde los jardines, pero muchos guardabosques tienen dificultades con eso. ‘He llegado al punto donde pienso que lanzo a través de las costuras noventa por ciento del tiempo”, dijo Evans. ‘Atrapar la pelota y sacarla del guante, atrapar la pelota y sacarla del guante, ya no necesitas mirar las costuras, es como si entrenaras la mano para que pensara por su cuenta.
La ventaja que Evans tiene sobre otros rightfielders va más allá de su potente y educado brazo, tiene que ver con que siempre sabe que hacer con la pelota. ‘Hay un propósito para cada pelota bajo el sol’.
Evans cree que su juego siempre se ha basado en su habilidad para anticipar correctamente.
‘Anticipación es la parte más importante de jugar en los jardines’, dice Evans. Esto parece fácil en términos generales, pero no lo es cuando la especificidad de cada jardinero para anticipar es tomada en cuenta.
Evans tambien tiene un impresionante deseo porque cada pelota sea bateada hacia él. “Anticipo lo peor y lo mejor que puede pasar. Me preparo para lo peor e imagino lo mejor.
Para Evans una anticipación correcta significa moverse cuando está en el terreno. ‘Quiero moverme porque sé lo que hago’, dice Evans. Lo cual indica que estará en movimiento en cualquier dirección desde 15 centímetros hasta 4 metros, con cada bateador y algunas veces con cada lanzamiento. Y casi siempre, su momento, su salto hacia la pelota, será correcto. Evans ha aprendido la mecánica de la búsqueda tan bién como cualquiera. Con pelotas bateadas entre dos, correrá hacia atrás en diagonal, tratará de rodearla para alinear el hombro con el sitio donde debe lanzar. Estima a que distancia está de las cercas para saber como se tiene que mover cuando empiece a correr hacia atrás, y tratará, cuando pueda, de correr en paralelo a la cerca con la mano enguantada hacia el campo, para estar mejor preparado para lanzar y la pelota no se le caiga si choca contra la cerca. Todo esto lo convirtió en algo automático hace mucho tiempo.
Lo que Evans agrega, yendo hacia atrás o viniendo a buscar la pelota, es una forma especial de mantener su cuerpo alineado cuando hace la transición de la atrapada al lanzamiento. Él no atrapa las pelotas exactamente en una posición erguida, Evans toma la pelota con el cuerpo semiflexionado y ligeramente inclinado a un lado. Esto pareciera ser sólo un toque de estilo, como una atrapada con una sola mano, pero tiene su razón de ser.
Al tomar la pelota en un plano inferior, se mantiene abajo mientras hace el disparo, lo cual le permite tener fuerza en su pie trasero por lo que puede controlar mejor su cuerpo y la pelota mientras desplaza su cuerpo hacia delante.
Evans utiliza su movimiento alineado, cercano al suelo, cada vez que puede. Durante su giro en los rincones, él no completa los 360 grados y lanza, sino que se mantiene cercano al suelo, mientras saca la pelota del guante para ubicarse en posición de lanzar. Cuando ataca la pelota y la toma, en vez de erguirse, se inclina hacia delante como si fuera un pitcher, impulsándose en su pié trasero en un largo y fluído movimiento hacia el blanco.
En realidad, es la imagen del pitcher, la que Evans ha mantenido en mente mientras ha entrenado su cuerpo a través de los años para ejecutar naturalmente este movimiento de alineación.
Por muchos años, en cada entrenamiento primaveral, Evans se ha ido con un balde lleno de pelotas hacia un rincón lejano del terreno. Allí, mientras nadie le observa, ordena una línea de pelotas sobre la grama, y luego estira las piernas a cierta distancia, la izquierda hacia delante, la derecha hasta bien atrás, cerca de la primera pelota. Luego, en un movimiento muy lento, para que su cuerpo pueda recordar, toma la pelota, desplaza su cuerpo hacia delante como un pitcher iniciando su wind up, lleva el cuerpo hacia atrás sobre su pie trasero, luego se viene hacia delante, cercano al suelo y suelta el tiro, evaluando cada etapa de la transición, el movimiento de su brazo, el punto donde suelta la pelota, y el final del movimiento. Luego continúa con el resto de las pelotas hasta terminar la línea.
Evans contínúa estos ejercicios de baja velocidad pidiéndole a un coach que le batee conexiones de todos los calibres. Toma pelotas en los rincones, frente a él, donde sea que sienta la necesidad de trabajar con su tiro alineado. Siempre hay ajustes finos que extenderán su rutina. Con los rollings que tendrá que atacar, Evans prefiere tomar la pelota al lado del pie izquierdo en vez de frente a este. Su tiro perderá algún poder porque el movimiento del peso hacia delante y atrás será menos extremo, pero soltará la pelota más rápido y el disparo será más preciso. Con los elevados bateados delante de él, se ha enseñado a sí mismo que cuando el viento y las condiciones climáticas son buenos, debe armarse para lanzar mientras realiza la atrapada, no después, como hacen todos los outfielders. La meta es convertir en rutina, movimientos que no lo eran al principio, pero una vez sometidos a la memoria muscular, le dan a Evans ventaja sobre jugadores más jóvenes y rápidos.
A los 38 años, Evans puede o no puede estar acercándose al final del camino. Nadie en esta época de Nautilus y Neptuno se mantiene a sí mismo en mejor forma, nadie estudia más meticulosamente cada aspecto del juego, observando cuidadosamente los fundamentos, para ganar ese centímetro extra, ese giro de tornillo adicional. Pero este hombre, devoto infinito de la técnica, al final es movido por algo más profundo. Mientras crecía en California, hogar del aeroespacio y las industrias de alta tecnología, el ídolo de la infancia de Evans fue Willie Mays, quién sabía más de volar y soñar que Howard Hughes. Evans es uno de pocos jugadores que usan hoy el mismo número de uniforme, 24 (Rickey Henderson, Barry Bonds, y Ken Griffey Jr., son otros) y, como su ilustre antecesor, siempre ha sabido que el juego que práctica está determinado, antes que nada por lo que sucede en su mente. Él, como Willie Mays, ha descubierto el secreto de inventar el espacio que ocupa. Si Evans juega o no otro partido en el right field, su manera de jugar quedará como un modelo sobre como se debe actuar en esa posición”. David Falkner. Nine sides of the diamond.1990.
Todo ese tiempo empleado en pulir los pequeños detalles, en ganar terreno viendo más allá de donde llegan los demás, trabajando sin desmayar día a día, hacen de Dwight Evans un jardinero derecho excepcional que además mejoró su bateo hasta convertirse en uno de los toleteros más respetados de la Liga Americana.
Alfonso L. Tusa C.
viernes, 27 de febrero de 2009
jueves, 26 de febrero de 2009
Para los peloteros ¿Qué hay en un sobrenombre?
By Anthony Castrovince / MLB.com
Simon and Garfunkel lo cantaron muy bien, "Joltin Joe" se ha ido lejos.
Tambièn lo han hecho "The Sultan of Swat", "Charlie Hustle", "Hammerin' Hank", "Stan the Man", "Shoeless Joe", "Rapid Robert", "The Iron Horse", "Mr. October" y "The Splendid Splinter". Por nombrar unos pocos. Fred "The Crime Dog" McGriff y Don "Donnie Baseball" Mattingly no se paran en nuestras cajas de bateo. Ni Al "The Mad Hungarian" Hrabosky ni Dennis "Oil Can" Boyd habitan nuestros montículos.
Lo que tenemos ahora es una generación donde los sobrenombres apropiados casi han desaparecido.
Sólo basta con revisar el caso de Derek Jeter para ver cuanto ha decaído el juego de los sobrenombres. Jeter es un jugador que ha sido convocado 9 veces al Juego de Estrellas. Un antiguo jugador más valioso de la Serie Mundial y el capitán de la franquicia más exitosa del juego. El mejor sobrenombre que le han dado es "Jeet" y Mr. November (por su rendimiento en la alargada Serie Mundial de 2001, que su equipo perdió)
Si, hemos caído en un infeliz patrón de hacer simples abreviaturas o diminutivos de los apellidos y con eso creemos que tenemos sobrenombres viables. Si George Herman Ruth jugara hoy, se le conocería como "G-Ruth" o peor, "Ruthie".
A este respecto, "A-Rod" es un desaguisado de Grado A, y "K-Rod" y "Dice-K" son un poco más inventivos pero no exactamente apropiados. Cada vez que Manny Ramírez esta cerca de firmar un contrato, debe incluir una cláusula donde se pide evitar todas las referencias a "Man-Ram" y sustituirlas con su viejo alias "Baby Bull" (aún cuando haya sido copiado de Orlando Cepeda).
Pero todavía quedan mentes prodigiosas que generan sobrenombres apropiados para los peloteros de la actualidad.
Ha habido algún esfuerzo para referirse al cerrador de los Reales de Kansas City Joakim Soria como "The Mexicutioner", pero todavía eso no se ha extendido más allá de Kansas City. Quizás los Reales tendrán mejor suerte si su prospecto de primera base Kila Ka'aihue se estableciera en las Grandes Ligas y su apodo "Hawaiian Punch" gustara también.
Shin-Soo Choo, el jardinero coreano que mareó a los pitchers contrarios en la segunda mitad de la temporada pasada, mientras jugaba con los Indios de Cleveland, es conocido en algunos círculos de aficionados a la goma de mascar, como "Big League" Choo. Pablo Sandoval, un robusto tercera base, quién impresionó a los Gigantes de San Francisco en septiembre del año pasado, fue apodado "Kung Fu Panda" por su compañero Barry Zito, también lo han llamado "The Round Mound of Pound".
No todos los grandes sobrenombres pegan o tienen sentido. Ambas lecciones se aprendieron en el caso del tercera base de los Padres de San Diego Boris Kouzmanoff, quién fuera brevemente apodado como "Crushin' Russian", aunque es de descendencia Macedonia.
(Debemos agregar aquí, cierta estipulación que especifica que no se permite a los peloteros darse sobrenombres a si mismos. Lo lamentamos Jonathan Papelbon , pero “Cinco Ocho” no va a funcionar).
Los sobrenombres, por supuesto, no siempre son halagos. Pregúntenle a Carl Pavano, quién recientemente firmó con los Indios de Cleveland después de cuatro temporadas llenas de lesiones y buen dinero con los Yanquis, por lo cual llegó a ser conocido como “American Idle” (“El flojo americano”).
Aún cuando los sobrenombres no sean del todo bien recibidos, pueden resistir el paso del tiempo. El agente libre Adam Dunn, por ejemplo, ha llegado a ser conocido como “The Big Donkey” (“El gran asno”), mientras que Travis Hafner una vez fue llamado proyecto a medias de burro, debido a su sobrenombre “Pronk”, el cual es popular con casi todos en su círculo íntimo, a excepción de su esposa.
Cuando son buenos, los sobrenombres invaden nuestras conciencias como reemplazos razonables de los nombres reales de los peloteros. Lo que sigue es una lista de apodos activos que pueden ser merecedores de tal consideración.
Boof Bonser, lanzador derecho de los Mellizos de Minnesota: Su nombre real es John Paul Bonser, el pitcher de los Mellizos cambió legalmente su nombre a Boof, el cual era un nombre que había escogido cuando era niño. Técnicamente, este ya no es un sobrenombre. Pero si piensas que un tipo llamado Boof va a quedar fuera de esta lista, estás mal de la cabeza.
Alexei “The Cuban Missile” Ramírez, SS, Medias Blancas. Apodado así por el manager de los patiblancos Ozzie Guillén. A Ramírez le dieron una manera de describir el impacto inmediato que ha tenido en Chicago. Ahora Guillén esta modificando el apodo para la nueva adquisición Dayan Viciedo. Guillén ha empezado a referirse del joven de 19 años, 1.93 metros y 150 kilos, como “The Cuban Monster”.
Kevin “Youk” Youkilis, 1b, Medias Rojas. Ordinariamente, el solo hecho de recortar un nombre clasifica como el tipo de sobrenombre poco creativo. Pero cuando los feligreses de Fenway Park hacen oir tu apodo como casi una canción coral ( no están abucheando, están diciendo Youuuuuuuuukkkkk!), vale la pena mencionarlo aquí.
Lance “Big Puma” Berkman, 1b, Astros. Por el hecho de que él mismo se llama así (con la lengua inflamando su cachete), como si fuera un puma en un programa radial de Houston, Berkman casi se descalificó de la lista. Pero al crear la imagen del puma, se libró de seguir siendo llamado “Fat Elvis”.
David “Big Papi” Ortiz, DH, Medias Rojas. En la Républica Dominicana la palabra “Papi” significa amigo. ¿Y quién no quisiera ser amigo de este tipo inmenso capaz de empujar 100 carreras?
David “Cookie Monster” Ortiz. No es justo ¿verdad? A la mayoría de los peloteros les gustaría tener un sobrenombre principal, y Ortiz se aparece con dos. Pero no se puede negar su leve parecido con el querido personaje de Plaza Sésamo que se desvive por las galletas.
Frank “The Big Hurt” Thomas, DH, agente libre. Ken “The Hawk” Harrelson, poseedor de un buen sobrenombre, le adosó este apodo a Thomas debido al dolor que este le causaba a la pelota con sus batazos. Por supuesto, ahora mismo Thomas tiene un dolor porque no consigue contrato.
Randy “The Big Unit” Johnson, lanzador zurdo, Gigantes. Este lo inventó Tim “Rock” Raines, aparentemente los tipos con sobrenombres son buenos para ponerle apodos a otros. El pequeño Raines se acercó al espigado Johnson en el dugout de los Expos de Montreal y le dijo: “Eres una gran unidad”. El bigotudo lanzador ha tenido un distintivo desde entonces.
Covelli “Coco” Crisp, CF, Reales de Kansas City. Los tipos llamados Covelli no necesitan de sobrenombres para condimentar sus vidas, pero no se puede juzgar a Crisp por adoptar este sobrenombre. De acuerdo a la biografía oficial de Crisp, su bisabuela Wilda Smith, solía llamarlo “Co”. Y sus hermanos Sheileah y Marcus, se guiaron con el cereal Cocoa Krispies y alargaron el apodo a “Coco”.
Tim “The Freak”Lincecum, lanzador derecho, Gigantes. Cuando tienes el cuerpo de un adolescente y la habilidad para lanzar una pelota a 98 millas por hora y puedes dominar a los bateadores de Grandes Ligas, el término “anormal” (“freak”) es usado como un halago. Lincecum tambien ha sido llamado “Seabiscuit”, por su dominio a pesar de su pequeña estatura.
Shane "The Flyin' Hawaiian" Victorino, CF, Filis. Cualquiera que haya visto los play offs del año pasado sabe que este es un apodo apropiado para el veloz jardinero isleño. El único problema de Victorino es que se ha prestado para demasiados sobrenombres inspirados en Hawai, incluyendo “The Pineapple Express” y "The Maui Wowie"
Carlos "El Caballo" Lee, LF, Astros. Este sobrenombre se ha hecho tan popular entre los aficionados de los Astros, que Lee ahora tiene un Club de Fanáticos de muchachos y muchachas (mayoritariamente de descendencia latina) quienes van a todos los juegos, levantan dibujos de ponies y se paran en el balcón del left-center-field. Ellos se llaman “los caballitos” o “little ponies”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Simon and Garfunkel lo cantaron muy bien, "Joltin Joe" se ha ido lejos.
Tambièn lo han hecho "The Sultan of Swat", "Charlie Hustle", "Hammerin' Hank", "Stan the Man", "Shoeless Joe", "Rapid Robert", "The Iron Horse", "Mr. October" y "The Splendid Splinter". Por nombrar unos pocos. Fred "The Crime Dog" McGriff y Don "Donnie Baseball" Mattingly no se paran en nuestras cajas de bateo. Ni Al "The Mad Hungarian" Hrabosky ni Dennis "Oil Can" Boyd habitan nuestros montículos.
Lo que tenemos ahora es una generación donde los sobrenombres apropiados casi han desaparecido.
Sólo basta con revisar el caso de Derek Jeter para ver cuanto ha decaído el juego de los sobrenombres. Jeter es un jugador que ha sido convocado 9 veces al Juego de Estrellas. Un antiguo jugador más valioso de la Serie Mundial y el capitán de la franquicia más exitosa del juego. El mejor sobrenombre que le han dado es "Jeet" y Mr. November (por su rendimiento en la alargada Serie Mundial de 2001, que su equipo perdió)
Si, hemos caído en un infeliz patrón de hacer simples abreviaturas o diminutivos de los apellidos y con eso creemos que tenemos sobrenombres viables. Si George Herman Ruth jugara hoy, se le conocería como "G-Ruth" o peor, "Ruthie".
A este respecto, "A-Rod" es un desaguisado de Grado A, y "K-Rod" y "Dice-K" son un poco más inventivos pero no exactamente apropiados. Cada vez que Manny Ramírez esta cerca de firmar un contrato, debe incluir una cláusula donde se pide evitar todas las referencias a "Man-Ram" y sustituirlas con su viejo alias "Baby Bull" (aún cuando haya sido copiado de Orlando Cepeda).
Pero todavía quedan mentes prodigiosas que generan sobrenombres apropiados para los peloteros de la actualidad.
Ha habido algún esfuerzo para referirse al cerrador de los Reales de Kansas City Joakim Soria como "The Mexicutioner", pero todavía eso no se ha extendido más allá de Kansas City. Quizás los Reales tendrán mejor suerte si su prospecto de primera base Kila Ka'aihue se estableciera en las Grandes Ligas y su apodo "Hawaiian Punch" gustara también.
Shin-Soo Choo, el jardinero coreano que mareó a los pitchers contrarios en la segunda mitad de la temporada pasada, mientras jugaba con los Indios de Cleveland, es conocido en algunos círculos de aficionados a la goma de mascar, como "Big League" Choo. Pablo Sandoval, un robusto tercera base, quién impresionó a los Gigantes de San Francisco en septiembre del año pasado, fue apodado "Kung Fu Panda" por su compañero Barry Zito, también lo han llamado "The Round Mound of Pound".
No todos los grandes sobrenombres pegan o tienen sentido. Ambas lecciones se aprendieron en el caso del tercera base de los Padres de San Diego Boris Kouzmanoff, quién fuera brevemente apodado como "Crushin' Russian", aunque es de descendencia Macedonia.
(Debemos agregar aquí, cierta estipulación que especifica que no se permite a los peloteros darse sobrenombres a si mismos. Lo lamentamos Jonathan Papelbon , pero “Cinco Ocho” no va a funcionar).
Los sobrenombres, por supuesto, no siempre son halagos. Pregúntenle a Carl Pavano, quién recientemente firmó con los Indios de Cleveland después de cuatro temporadas llenas de lesiones y buen dinero con los Yanquis, por lo cual llegó a ser conocido como “American Idle” (“El flojo americano”).
Aún cuando los sobrenombres no sean del todo bien recibidos, pueden resistir el paso del tiempo. El agente libre Adam Dunn, por ejemplo, ha llegado a ser conocido como “The Big Donkey” (“El gran asno”), mientras que Travis Hafner una vez fue llamado proyecto a medias de burro, debido a su sobrenombre “Pronk”, el cual es popular con casi todos en su círculo íntimo, a excepción de su esposa.
Cuando son buenos, los sobrenombres invaden nuestras conciencias como reemplazos razonables de los nombres reales de los peloteros. Lo que sigue es una lista de apodos activos que pueden ser merecedores de tal consideración.
Boof Bonser, lanzador derecho de los Mellizos de Minnesota: Su nombre real es John Paul Bonser, el pitcher de los Mellizos cambió legalmente su nombre a Boof, el cual era un nombre que había escogido cuando era niño. Técnicamente, este ya no es un sobrenombre. Pero si piensas que un tipo llamado Boof va a quedar fuera de esta lista, estás mal de la cabeza.
Alexei “The Cuban Missile” Ramírez, SS, Medias Blancas. Apodado así por el manager de los patiblancos Ozzie Guillén. A Ramírez le dieron una manera de describir el impacto inmediato que ha tenido en Chicago. Ahora Guillén esta modificando el apodo para la nueva adquisición Dayan Viciedo. Guillén ha empezado a referirse del joven de 19 años, 1.93 metros y 150 kilos, como “The Cuban Monster”.
Kevin “Youk” Youkilis, 1b, Medias Rojas. Ordinariamente, el solo hecho de recortar un nombre clasifica como el tipo de sobrenombre poco creativo. Pero cuando los feligreses de Fenway Park hacen oir tu apodo como casi una canción coral ( no están abucheando, están diciendo Youuuuuuuuukkkkk!), vale la pena mencionarlo aquí.
Lance “Big Puma” Berkman, 1b, Astros. Por el hecho de que él mismo se llama así (con la lengua inflamando su cachete), como si fuera un puma en un programa radial de Houston, Berkman casi se descalificó de la lista. Pero al crear la imagen del puma, se libró de seguir siendo llamado “Fat Elvis”.
David “Big Papi” Ortiz, DH, Medias Rojas. En la Républica Dominicana la palabra “Papi” significa amigo. ¿Y quién no quisiera ser amigo de este tipo inmenso capaz de empujar 100 carreras?
David “Cookie Monster” Ortiz. No es justo ¿verdad? A la mayoría de los peloteros les gustaría tener un sobrenombre principal, y Ortiz se aparece con dos. Pero no se puede negar su leve parecido con el querido personaje de Plaza Sésamo que se desvive por las galletas.
Frank “The Big Hurt” Thomas, DH, agente libre. Ken “The Hawk” Harrelson, poseedor de un buen sobrenombre, le adosó este apodo a Thomas debido al dolor que este le causaba a la pelota con sus batazos. Por supuesto, ahora mismo Thomas tiene un dolor porque no consigue contrato.
Randy “The Big Unit” Johnson, lanzador zurdo, Gigantes. Este lo inventó Tim “Rock” Raines, aparentemente los tipos con sobrenombres son buenos para ponerle apodos a otros. El pequeño Raines se acercó al espigado Johnson en el dugout de los Expos de Montreal y le dijo: “Eres una gran unidad”. El bigotudo lanzador ha tenido un distintivo desde entonces.
Covelli “Coco” Crisp, CF, Reales de Kansas City. Los tipos llamados Covelli no necesitan de sobrenombres para condimentar sus vidas, pero no se puede juzgar a Crisp por adoptar este sobrenombre. De acuerdo a la biografía oficial de Crisp, su bisabuela Wilda Smith, solía llamarlo “Co”. Y sus hermanos Sheileah y Marcus, se guiaron con el cereal Cocoa Krispies y alargaron el apodo a “Coco”.
Tim “The Freak”Lincecum, lanzador derecho, Gigantes. Cuando tienes el cuerpo de un adolescente y la habilidad para lanzar una pelota a 98 millas por hora y puedes dominar a los bateadores de Grandes Ligas, el término “anormal” (“freak”) es usado como un halago. Lincecum tambien ha sido llamado “Seabiscuit”, por su dominio a pesar de su pequeña estatura.
Shane "The Flyin' Hawaiian" Victorino, CF, Filis. Cualquiera que haya visto los play offs del año pasado sabe que este es un apodo apropiado para el veloz jardinero isleño. El único problema de Victorino es que se ha prestado para demasiados sobrenombres inspirados en Hawai, incluyendo “The Pineapple Express” y "The Maui Wowie"
Carlos "El Caballo" Lee, LF, Astros. Este sobrenombre se ha hecho tan popular entre los aficionados de los Astros, que Lee ahora tiene un Club de Fanáticos de muchachos y muchachas (mayoritariamente de descendencia latina) quienes van a todos los juegos, levantan dibujos de ponies y se paran en el balcón del left-center-field. Ellos se llaman “los caballitos” o “little ponies”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Beth Jarrett se entrenó para su trabajo histórico.
By Benjamin Hill / Special to MLB.com
Es difícil hacer historia en una Liga que tiene 125 años, pero Beth Jarrett lo ha conseguido.
A comienzos de este febrero, los Chiefs de Syracuse anunciaron que Jarrett sería la masajista titular del equipo en la temporada 2009. Ella es la primera mujer en ocupar este cargo en la Liga Internacional y sólo la segunda en toda la categoría AAA. A pesar de esto, Jarrett no se vé como una pionera.
"Nunca he hecho esto con la intención de hacer historia", dijo ella. "Ser masajista es algo que siempre he disfrutado. Esta fue la carrera que elegí y me he mantenido en ella siempre".
Jarret ha sido masajista en el béisbol profesional por 16 años, los últimos 8 con la organización de los Nacionales de Washington. Comenzó en el béisbol de Ligas menores como recoge bates con los Indios de Indianápolis de la Liga Internacional. Luego asistió a la Universidad de Indianápolis. Allí estudió kinesiología.
"Mientras estudiaba, trabajaba con los Indios como masajista", dijo Jarrett quién trabaja en el campo de entrenamiento de los Nacionales en Viera, Fla. "Después de la Universidad empecé a trabajar en las Ligas Independientes, donde la temporada transcurre entre mayo y septiembre. Así que todavía trabajaba en Indianápolis en abril y después en septiembre, si los Indios llegaban a los playoffs".
El gran salto de Jarrett llegó en 2002, cuando fue empleada por la organización de los Expos de Montreal presidida por el actual Gerente General de los Mets de Nueva York, Omar Minaya. Como un jugador, ella empezó un lento proceso en las Ligas Menores. De Clinton, Iowa a Savannah, Ga. a Harrisburg, Pa. a Syracuse.
Mientras mucha gente habla de la inherente incomodidad de ser la única mujer en una ambiente lleno de testosterona, Jarrett insiste en que esto nunca ha sido una dificultad para ella.
"Siempre he sido tratada profesionalmente y con respeto", dijo. "Si un jugador nuevo llega al clubhouse y está inseguro de trabajar con una mujer masajista, entonces habrá 20 de sus compañeros que me respaldarán".
"La gente a menudo se sorprende cuando les digo cual es mi trabajo", añadió Jarrett.
“Como con mucha gente que trabaja en el béisbol, prefiero no decirles nada. Solo dejo que mis acciones hablen por sí solas”.
Ahora que está en Syracuse, Jarrett se ve sólo a un paso de la gloria y la grandeza de las Grandes Ligas. Sin embargo está contenta de ir paso a paso.
“Comencé en Indianápolis, desde que empecé a trabajar en esto, mi meta siempre fue regresar a Triple A. Definitivamente no despreciaría las Grandes Ligas, pero me planifico año a año. Nunca sabes que dirección tomarán los acontecimientos”.
Para Jarrett, el simple hecho de estar haciendo exactamente lo que ella planificó es ya una satisfacción.
“Cuando estaba en la universidad y la gente me preguntaba ‘Donde te ves dentro de 10 años?’Mi respuesta fue siempre ‘En las Ligas Menores de Béisbol’. Ese ha sido mi norte todo el tiempo. Si no estuviera trabajando en el béisbol, no tengo idea de lo que estaría haciendo con mi vida. De seguro sería algo totalmente diferente”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Es difícil hacer historia en una Liga que tiene 125 años, pero Beth Jarrett lo ha conseguido.
A comienzos de este febrero, los Chiefs de Syracuse anunciaron que Jarrett sería la masajista titular del equipo en la temporada 2009. Ella es la primera mujer en ocupar este cargo en la Liga Internacional y sólo la segunda en toda la categoría AAA. A pesar de esto, Jarrett no se vé como una pionera.
"Nunca he hecho esto con la intención de hacer historia", dijo ella. "Ser masajista es algo que siempre he disfrutado. Esta fue la carrera que elegí y me he mantenido en ella siempre".
Jarret ha sido masajista en el béisbol profesional por 16 años, los últimos 8 con la organización de los Nacionales de Washington. Comenzó en el béisbol de Ligas menores como recoge bates con los Indios de Indianápolis de la Liga Internacional. Luego asistió a la Universidad de Indianápolis. Allí estudió kinesiología.
"Mientras estudiaba, trabajaba con los Indios como masajista", dijo Jarrett quién trabaja en el campo de entrenamiento de los Nacionales en Viera, Fla. "Después de la Universidad empecé a trabajar en las Ligas Independientes, donde la temporada transcurre entre mayo y septiembre. Así que todavía trabajaba en Indianápolis en abril y después en septiembre, si los Indios llegaban a los playoffs".
El gran salto de Jarrett llegó en 2002, cuando fue empleada por la organización de los Expos de Montreal presidida por el actual Gerente General de los Mets de Nueva York, Omar Minaya. Como un jugador, ella empezó un lento proceso en las Ligas Menores. De Clinton, Iowa a Savannah, Ga. a Harrisburg, Pa. a Syracuse.
Mientras mucha gente habla de la inherente incomodidad de ser la única mujer en una ambiente lleno de testosterona, Jarrett insiste en que esto nunca ha sido una dificultad para ella.
"Siempre he sido tratada profesionalmente y con respeto", dijo. "Si un jugador nuevo llega al clubhouse y está inseguro de trabajar con una mujer masajista, entonces habrá 20 de sus compañeros que me respaldarán".
"La gente a menudo se sorprende cuando les digo cual es mi trabajo", añadió Jarrett.
“Como con mucha gente que trabaja en el béisbol, prefiero no decirles nada. Solo dejo que mis acciones hablen por sí solas”.
Ahora que está en Syracuse, Jarrett se ve sólo a un paso de la gloria y la grandeza de las Grandes Ligas. Sin embargo está contenta de ir paso a paso.
“Comencé en Indianápolis, desde que empecé a trabajar en esto, mi meta siempre fue regresar a Triple A. Definitivamente no despreciaría las Grandes Ligas, pero me planifico año a año. Nunca sabes que dirección tomarán los acontecimientos”.
Para Jarrett, el simple hecho de estar haciendo exactamente lo que ella planificó es ya una satisfacción.
“Cuando estaba en la universidad y la gente me preguntaba ‘Donde te ves dentro de 10 años?’Mi respuesta fue siempre ‘En las Ligas Menores de Béisbol’. Ese ha sido mi norte todo el tiempo. Si no estuviera trabajando en el béisbol, no tengo idea de lo que estaría haciendo con mi vida. De seguro sería algo totalmente diferente”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Entrevista con Buck O’Neil.
Cuando el béisbol y el deporte parecen invadidos por un río infinito de casos lamentables de jugadores involucrados en el uso de ciertas sustancias. Cuando el juego parece más un negocio descarado y muchos peloteros solo piensan en sus números personales o en contratos excesivos para lo que terminan haciendo sobre el terreno. Es importante saber de la esencia del béisbol a través de uno de sus mejores embajadores: Buck O’Neil. Esta entrevista ocurrió en 2005. O’Neil falleció el 06 de octubre de 2006.
Alfonso L. Tusa C.
El béisbol es visto por muchos como una metáfora de la vida. Nadie sabe de esto más que Buck O'Neil, una de las superestrellas de las Ligas Negras, el primer afroamericano en ocupar un cargo de coach en Grandes Ligas, cuando se unió a los Cachorros de Chicago en 1962. Desde 1948 hasta 1952 él dirigió a los Monarcas de Kansas City a 5 banderines y 2 títulos de Serie Mundial de las Ligas Negras. Nació el 13 de noviembre de 1911 en Carrabelle, Florida. Sirvió 2 años en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y como scout con los Cachorros, ayudó a firmar a futuros Salones de la Fama como Ernie Banks y Lou Brock. O'Neil tiene 94 años llenos de sabiduría de la cual todos podríamos aprender.
Pregunta: ¿Cual es el día más histórico que recuerdas?
Back O'Neil: El día que me viene a la mente es uno triste. Martin Luther King fue asesinado. Eso me marcó. Estaba en el sur escauteando para los Cachorros de Chicago. Eso pasó en el mismo hotel donde me había alojado, um-hmm. Cuando dijeron la noticia en la radio, todo se detuvo para mí. Pensé '¿Còmo puede ocurrir esto? ¿Cómo podìa un hombre hacerle eso a otro hombre?'
P: ¿Quién impactó más al béisbol?
O'Neil: Hay unas pocas personas. Pero te diré un nombre: J.L. Wilkinson. Era el dueño de los Monarcas de Kansas City e inició el béisbol nocturno, um-hmm. Tambien hay que nombrar a Branch Rickey. Firmó a Jackie Robinson. Ese fue el inicio del movimiento de los derechos humanos. Eso fue antes de Brown versus el tablero de educación. Martin Luther King era un estudiante de segundo año en Morehouse College. Eso puso la bola en juego.
P: ¿Quién tuvo el mayor impacto sobre ti?
O'Neil: Esa es fácil. Mi padre, hombre. Debería ser lo mismo para ti si has tenido un hijo. Mi padre fue mi modelo. Que clase de hombre era John O'Neil. Mis padres me enseñaron el respeto. Respeto por cada hombre. Respeto por sus sentimientos. Mi papá no tenía ningún tipo de prejuicio. Era un hombre alto, media casi 1,90 m y pesaba como 100 kilos. Un gran hombre. Ese era mi papá. El respetaba a todos los hombres y era respetado por todos los hombres, um-hmm.
P: ¿Cuánto dinero ganarías si estuvieras jugando hoy en las Grandes Ligas?
O'Neil: ¿Si estuviera jugando en las Grandes Ligas hoy? No ganaría mucho porque tengo 94 años.
P: ¿El momento más feliz de tu vida?
O'Neil: Hay muchos. La gente me pregunta. "Buck ¿Cuál fue tu mejor día en el béisbol?" Ese fue el domingo de Ramos de 1943, en Memphis, Tennessee. En mi primer turno bateé doblete. La próxima vez, solté sencillo. Después, envié la pelota por encima de la cerca del jardín izquierdo. La próxima vez, conecté la pelota hacia el left field y parecía que se iba del parque. Cuando pasé por primera, iba diciendo "Pega contra la cerca", y la pelota se estrelló contra la cerca. Rebotó entre el center fielder y el left fielder y yo llegué hasta tercera base. El coach me hizo señas porque había oportunidad de jonrón dentro del parque. Pero me detuve en tercera. Quería ese triple. Bateé la escalera.
Esa noche, estaba en el hotel descansando. William Dismukes, nuestro secretario de viajes, cenaba en el restaurant. "Me llamó y me dijo: 'Buck hay unas personas que te quiero presentar'. Eran el hombre que atendía el restaurant en el hotel, su esposa, quién era maestra de primaria. Ella había invitado a algunos maestros para presentarles los peloteros. Cuando bajé, la mesa estaba en frente de la puerta, y miré a aquella joven mujer, caminé directo hacia ella, le dije que mi nombre era Buck O'Neil. Estuvimos casados por 51 años. Así que conocí a mi esposa y bateé la escalera el Domingo de Ramos de 1943. Uno de los días más felices de mi vida.
P: ¿La clave para tener éxito en el matrimonio?
O'Neil: Un matrimonio está formado por dos personas. Así que tienes que dar y recibir, um-hmm. Tienes que hacerle saber a la persona, que es la persona más importante de tu vida. Hablamos de respeto. Respeto. Esa persona podría hacerte algunas sugerencias tontas, pero tienes que darle el beneficio de la duda y decir 'Está bién, explícamelo'. Nunca decir: 'Eso es estúpido'. Explícamelo, porque podría no ser tan tonto lo que dices. Tienes que recordar: no importa quién sea. El vago que ves en la calle, alguna vez fue especial para alguien también.
P: De todos los Presidentes de Estados Unidos que has conocido, ¿Cuál te impresionó más?
O'Neil: Clinton me hablaba como si no fuese el Presidente. Me hablaba como a un amigo suyo. Y lo mismo con Truman. Truman me veía a los ojos y me decía lo que pensaba um-hmm. No sólo te decía lo que pensaba sino que te preguntaba '¿Qué piensas tú?' Hay mucha gente que te dice sus pensamientos y ni se detiene a pensar que tú tienes los tuyos.
P: ¿Cuál fue el primer carro que tuviste?
O'Neil: Un Ford modelo T. Eso fue en 1928 o alrededor de ese año. Y lo compré con mi dinero. Porque mi papá me dijo: "Pienso que el primer carro que tengas, debes comprarlo tú". Así que trabajé y ahorré mi dinero para comprar ese carro. Era mío, no algo que mi papá me regaló.
P: ¿La sociedad es mejor con los adelantos tecnológicos?
O'Neil: Por supuesto que es mejor. Mucha gente habla de los viejos tiempos. Los viejos tiempos fueros buenos, pero la gente anterior a ellos hablaba de los viejos tiempos. Pero ahora, yo te estoy hablando por teléfono. Antes no teníamos el teléfono. Mientras te hablo, tengo el televisor encendido. Le bajé el volumen, pero puedo ver las imágenes. Antes no teníamos eso. Hay tantas cosas que tienes ahora y que no las tenías antes. Ahora mismo vas a escribir estas palabras, presionas algunos botones y ya están en los periódicos. Tecnología. Asombroso.
P: ¿Cuales otros cambios esperas ver?
O'Neil: Realmente, siempre espero un cambio en cuanto a la forma como se tratan blancos y negros. Déjame decirte algo. Siempre ha habido más gente buena que gente mala. Lo único que tengo en contra de la gente buena es que dejan que los pocos malos hagan muchas cosas y no actúan al respecto. Pero este es el mejor país del mundo. Y puede ser mejor. Ese es tu trabajo. En mi generación cambiamos muchas cosas. Ahora es el turno de tu generación para cambiar cosas: Y luego la generación de tus hijos cambiará cosas.
P: ¿Qué consejo daría a las nuevas generaciones?
O'Neil: Sé lo mejor que puedas. Pero para ser el mejor debes cultivar el talento que tienes. Todo el mundo ha nacido con algún tipo de talento. Louie Armstrong nació para ser músico. Duke Ellington también. Así que desarrollas ese talento. Eso es lo que tienes que hacer. Y si das lo mejor de ti, entonces puedes pedirle lo mismo a los demás.
P: ¿La clave de la felicidad?
O’Neil: Amor, eso es todo. Ama a tus semejantes um-hmm. Ama a la gente. Eso te mantendrá dando lo mejor de tí por siempre.
By Adam Scheffer, The Denver Post.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Alfonso L. Tusa C.
El béisbol es visto por muchos como una metáfora de la vida. Nadie sabe de esto más que Buck O'Neil, una de las superestrellas de las Ligas Negras, el primer afroamericano en ocupar un cargo de coach en Grandes Ligas, cuando se unió a los Cachorros de Chicago en 1962. Desde 1948 hasta 1952 él dirigió a los Monarcas de Kansas City a 5 banderines y 2 títulos de Serie Mundial de las Ligas Negras. Nació el 13 de noviembre de 1911 en Carrabelle, Florida. Sirvió 2 años en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y como scout con los Cachorros, ayudó a firmar a futuros Salones de la Fama como Ernie Banks y Lou Brock. O'Neil tiene 94 años llenos de sabiduría de la cual todos podríamos aprender.
Pregunta: ¿Cual es el día más histórico que recuerdas?
Back O'Neil: El día que me viene a la mente es uno triste. Martin Luther King fue asesinado. Eso me marcó. Estaba en el sur escauteando para los Cachorros de Chicago. Eso pasó en el mismo hotel donde me había alojado, um-hmm. Cuando dijeron la noticia en la radio, todo se detuvo para mí. Pensé '¿Còmo puede ocurrir esto? ¿Cómo podìa un hombre hacerle eso a otro hombre?'
P: ¿Quién impactó más al béisbol?
O'Neil: Hay unas pocas personas. Pero te diré un nombre: J.L. Wilkinson. Era el dueño de los Monarcas de Kansas City e inició el béisbol nocturno, um-hmm. Tambien hay que nombrar a Branch Rickey. Firmó a Jackie Robinson. Ese fue el inicio del movimiento de los derechos humanos. Eso fue antes de Brown versus el tablero de educación. Martin Luther King era un estudiante de segundo año en Morehouse College. Eso puso la bola en juego.
P: ¿Quién tuvo el mayor impacto sobre ti?
O'Neil: Esa es fácil. Mi padre, hombre. Debería ser lo mismo para ti si has tenido un hijo. Mi padre fue mi modelo. Que clase de hombre era John O'Neil. Mis padres me enseñaron el respeto. Respeto por cada hombre. Respeto por sus sentimientos. Mi papá no tenía ningún tipo de prejuicio. Era un hombre alto, media casi 1,90 m y pesaba como 100 kilos. Un gran hombre. Ese era mi papá. El respetaba a todos los hombres y era respetado por todos los hombres, um-hmm.
P: ¿Cuánto dinero ganarías si estuvieras jugando hoy en las Grandes Ligas?
O'Neil: ¿Si estuviera jugando en las Grandes Ligas hoy? No ganaría mucho porque tengo 94 años.
P: ¿El momento más feliz de tu vida?
O'Neil: Hay muchos. La gente me pregunta. "Buck ¿Cuál fue tu mejor día en el béisbol?" Ese fue el domingo de Ramos de 1943, en Memphis, Tennessee. En mi primer turno bateé doblete. La próxima vez, solté sencillo. Después, envié la pelota por encima de la cerca del jardín izquierdo. La próxima vez, conecté la pelota hacia el left field y parecía que se iba del parque. Cuando pasé por primera, iba diciendo "Pega contra la cerca", y la pelota se estrelló contra la cerca. Rebotó entre el center fielder y el left fielder y yo llegué hasta tercera base. El coach me hizo señas porque había oportunidad de jonrón dentro del parque. Pero me detuve en tercera. Quería ese triple. Bateé la escalera.
Esa noche, estaba en el hotel descansando. William Dismukes, nuestro secretario de viajes, cenaba en el restaurant. "Me llamó y me dijo: 'Buck hay unas personas que te quiero presentar'. Eran el hombre que atendía el restaurant en el hotel, su esposa, quién era maestra de primaria. Ella había invitado a algunos maestros para presentarles los peloteros. Cuando bajé, la mesa estaba en frente de la puerta, y miré a aquella joven mujer, caminé directo hacia ella, le dije que mi nombre era Buck O'Neil. Estuvimos casados por 51 años. Así que conocí a mi esposa y bateé la escalera el Domingo de Ramos de 1943. Uno de los días más felices de mi vida.
P: ¿La clave para tener éxito en el matrimonio?
O'Neil: Un matrimonio está formado por dos personas. Así que tienes que dar y recibir, um-hmm. Tienes que hacerle saber a la persona, que es la persona más importante de tu vida. Hablamos de respeto. Respeto. Esa persona podría hacerte algunas sugerencias tontas, pero tienes que darle el beneficio de la duda y decir 'Está bién, explícamelo'. Nunca decir: 'Eso es estúpido'. Explícamelo, porque podría no ser tan tonto lo que dices. Tienes que recordar: no importa quién sea. El vago que ves en la calle, alguna vez fue especial para alguien también.
P: De todos los Presidentes de Estados Unidos que has conocido, ¿Cuál te impresionó más?
O'Neil: Clinton me hablaba como si no fuese el Presidente. Me hablaba como a un amigo suyo. Y lo mismo con Truman. Truman me veía a los ojos y me decía lo que pensaba um-hmm. No sólo te decía lo que pensaba sino que te preguntaba '¿Qué piensas tú?' Hay mucha gente que te dice sus pensamientos y ni se detiene a pensar que tú tienes los tuyos.
P: ¿Cuál fue el primer carro que tuviste?
O'Neil: Un Ford modelo T. Eso fue en 1928 o alrededor de ese año. Y lo compré con mi dinero. Porque mi papá me dijo: "Pienso que el primer carro que tengas, debes comprarlo tú". Así que trabajé y ahorré mi dinero para comprar ese carro. Era mío, no algo que mi papá me regaló.
P: ¿La sociedad es mejor con los adelantos tecnológicos?
O'Neil: Por supuesto que es mejor. Mucha gente habla de los viejos tiempos. Los viejos tiempos fueros buenos, pero la gente anterior a ellos hablaba de los viejos tiempos. Pero ahora, yo te estoy hablando por teléfono. Antes no teníamos el teléfono. Mientras te hablo, tengo el televisor encendido. Le bajé el volumen, pero puedo ver las imágenes. Antes no teníamos eso. Hay tantas cosas que tienes ahora y que no las tenías antes. Ahora mismo vas a escribir estas palabras, presionas algunos botones y ya están en los periódicos. Tecnología. Asombroso.
P: ¿Cuales otros cambios esperas ver?
O'Neil: Realmente, siempre espero un cambio en cuanto a la forma como se tratan blancos y negros. Déjame decirte algo. Siempre ha habido más gente buena que gente mala. Lo único que tengo en contra de la gente buena es que dejan que los pocos malos hagan muchas cosas y no actúan al respecto. Pero este es el mejor país del mundo. Y puede ser mejor. Ese es tu trabajo. En mi generación cambiamos muchas cosas. Ahora es el turno de tu generación para cambiar cosas: Y luego la generación de tus hijos cambiará cosas.
P: ¿Qué consejo daría a las nuevas generaciones?
O'Neil: Sé lo mejor que puedas. Pero para ser el mejor debes cultivar el talento que tienes. Todo el mundo ha nacido con algún tipo de talento. Louie Armstrong nació para ser músico. Duke Ellington también. Así que desarrollas ese talento. Eso es lo que tienes que hacer. Y si das lo mejor de ti, entonces puedes pedirle lo mismo a los demás.
P: ¿La clave de la felicidad?
O’Neil: Amor, eso es todo. Ama a tus semejantes um-hmm. Ama a la gente. Eso te mantendrá dando lo mejor de tí por siempre.
By Adam Scheffer, The Denver Post.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
¿Hay posibilidades de que los pitchers bostonianos lancen más juegos completos?
by Steve Weissman, Boston Baseball Examiner
El otro día revisé la Serie Mundial de 1954 en la página web de MLB y quedé impresionado con los juegos completos lanzados por Bob Lemon de los Indios de Cleveland (10 innings) en el primer juego y Johnny Antonelli de los Gigantes de Nueva York en el segundo juego. Entiendo como la biomecánica ha demostrado el valor del conteo de los lanzamientos, ¿pero los lanzadores de hoy son realmente más incapaces de completar un juego que sus predecesores?
Nadie está sugiriendo que Josh Beckett, Jon Lester o cualquiera de los otros "caballos" de los Medias Rojas deba ser puesto a retar los logros de Cy Young, quién ocupa 5 de las primeras 9 posiciones del equipo en cuanto a juegos completos en una temporada con 41, 40, 38, 34 y 33. Pero si a ellos les va bien y no muestran señas de fatiga ¿por qué no permitirles que finalicen lo que empezaron?
Hay indicios de que Terry Francona y John Farrell tienen alguna inclinación por esa idea, si se observa que permitieron al equipo acumular 5 juegos completos el año pasado. Dos le pertenecieron a Jon Lester, pero para esto debió dejar sin hits ni carreras a los Reales de Kansas City y blanquear a los Yanquis 7-0. (Los otros a quienes les permitieron completar juegos fueron Josh Beckett, Clay Buchholz y Tim Wakefield).
La verdad del asunto es que los Medias Rojas tienen varios abridores quienes desarrollan actuaciones consistentes que les pudiera permitir completar juegos. Beckett, Lester y Brad Penny son tipos vigorosos, y Wakefield, más eventualmente John Smoltz, son generalmente eficientes con sus pitcheos. Para estos cinco, la posibilidad de trabajar hasta los innings finales de los juegos no debe resultar físicamente dificil, les deben permitir llegar tan lejos mientras mantengan la efectividad.
La única excepción sería Daisuke Matsuzaka, porque es de contextura más liviana (aunque no es un alfeñique) y a menudo tiene un desbalance en su radio de bolas/strikes. Aunque él fue desarrollado en una cultura beisbolera que premia el lanzar como una herramienta de entrenamiento, y hasta que llegó a la organización de los Medias Rojas, fue usado con un número de lanzamientos ubicado entre los 150 y casi 200. Así que de todos, el sería quién debería beneficiarse por mantenerse más tiempo en el montículo.
No sugiero regresar a los días cuando los pitchers abridores lanzaban hasta que se lesionaban o hasta que les caían a batazos, ni estoy sugiriendo hacer de los juegos completos una meta porque sí, y arriesgar a los pitchers a lesionarse. Pero había algo honorable sobre ver a Lemon en el montículo al final del juego, orgulloso pero derrotado, y creo que el juego ha perdido algo especial desde entonces.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Totalmente de acuerdo con Steve Weissman. Ese algo especial que ha perdido el juego se llama compromiso, entrega, disposición a dejarlo todo sobre el terreno. Aunque aún se pueden encontrar peloteros quienes dan lo mejor de sí y continùan trabajando por mejorar, pareciera que son una especie en extinción.
Alfonso L. Tusa C.
El otro día revisé la Serie Mundial de 1954 en la página web de MLB y quedé impresionado con los juegos completos lanzados por Bob Lemon de los Indios de Cleveland (10 innings) en el primer juego y Johnny Antonelli de los Gigantes de Nueva York en el segundo juego. Entiendo como la biomecánica ha demostrado el valor del conteo de los lanzamientos, ¿pero los lanzadores de hoy son realmente más incapaces de completar un juego que sus predecesores?
Nadie está sugiriendo que Josh Beckett, Jon Lester o cualquiera de los otros "caballos" de los Medias Rojas deba ser puesto a retar los logros de Cy Young, quién ocupa 5 de las primeras 9 posiciones del equipo en cuanto a juegos completos en una temporada con 41, 40, 38, 34 y 33. Pero si a ellos les va bien y no muestran señas de fatiga ¿por qué no permitirles que finalicen lo que empezaron?
Hay indicios de que Terry Francona y John Farrell tienen alguna inclinación por esa idea, si se observa que permitieron al equipo acumular 5 juegos completos el año pasado. Dos le pertenecieron a Jon Lester, pero para esto debió dejar sin hits ni carreras a los Reales de Kansas City y blanquear a los Yanquis 7-0. (Los otros a quienes les permitieron completar juegos fueron Josh Beckett, Clay Buchholz y Tim Wakefield).
La verdad del asunto es que los Medias Rojas tienen varios abridores quienes desarrollan actuaciones consistentes que les pudiera permitir completar juegos. Beckett, Lester y Brad Penny son tipos vigorosos, y Wakefield, más eventualmente John Smoltz, son generalmente eficientes con sus pitcheos. Para estos cinco, la posibilidad de trabajar hasta los innings finales de los juegos no debe resultar físicamente dificil, les deben permitir llegar tan lejos mientras mantengan la efectividad.
La única excepción sería Daisuke Matsuzaka, porque es de contextura más liviana (aunque no es un alfeñique) y a menudo tiene un desbalance en su radio de bolas/strikes. Aunque él fue desarrollado en una cultura beisbolera que premia el lanzar como una herramienta de entrenamiento, y hasta que llegó a la organización de los Medias Rojas, fue usado con un número de lanzamientos ubicado entre los 150 y casi 200. Así que de todos, el sería quién debería beneficiarse por mantenerse más tiempo en el montículo.
No sugiero regresar a los días cuando los pitchers abridores lanzaban hasta que se lesionaban o hasta que les caían a batazos, ni estoy sugiriendo hacer de los juegos completos una meta porque sí, y arriesgar a los pitchers a lesionarse. Pero había algo honorable sobre ver a Lemon en el montículo al final del juego, orgulloso pero derrotado, y creo que el juego ha perdido algo especial desde entonces.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Totalmente de acuerdo con Steve Weissman. Ese algo especial que ha perdido el juego se llama compromiso, entrega, disposición a dejarlo todo sobre el terreno. Aunque aún se pueden encontrar peloteros quienes dan lo mejor de sí y continùan trabajando por mejorar, pareciera que son una especie en extinción.
Alfonso L. Tusa C.
sábado, 21 de febrero de 2009
Los MantaRayas firman a Jason Isringhausen con un contrato de Ligas Menores.
By Bill Chastain / MLB.com
PORT CHARLOTTE, Fla.La competencia en el bull pen de los Rayas se puso más intensa este viernes 20 de febrero cuando firmaron a Isringhausen con un acuerdo de Ligas Menores. Isringhausen estará en el campo este sábado 21.
Isringhausen, 36, tuvo marca de 1-5, con efectividad de 5.70 y 12 salvados con los Cardenales de San Luís en 2008, un año después de tener balance de 4-0 con 2.48 de efectividad y 32 salvados.
Isringhausen se sometió a su segunda operación de cadera en dos años, luego de la temporada de 2006 y regresó fuerte en 2007. En 63 juegos agenció marca de 4-0 con 2.48 de efectividad y 32 salvados mientras sólo caminaba a 28 y ponchaba 54. Apenas permitió 4 jonrones.
La última temporada, Isringhausen tuvo tendinitis en el codo derecho junto con una torcedura de tendón, eso casi lo llevó al retiro. Tampa Bay monitoreará al veterano derecho desde temprano, pero él ha estado haciendo sesiones de bull pen y debe pitchear en los juegos de los entrenamientos primaverales.
Si Isringhausen está sano, podría competir por el puesto de cerrador de los Rayas, o por lo menos daría profundidad al bull pen en caso de que Troy Percival no se recupere totalmente, o se retrase, de la operación de espalda a que se sometió luego de la temporada anterior.
Isringhausen tiene una marca de por vida de 45-49 con 3.61 de efectividad y 203 salvados, los bateadores sólo le conectan para .239.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
PORT CHARLOTTE, Fla.La competencia en el bull pen de los Rayas se puso más intensa este viernes 20 de febrero cuando firmaron a Isringhausen con un acuerdo de Ligas Menores. Isringhausen estará en el campo este sábado 21.
Isringhausen, 36, tuvo marca de 1-5, con efectividad de 5.70 y 12 salvados con los Cardenales de San Luís en 2008, un año después de tener balance de 4-0 con 2.48 de efectividad y 32 salvados.
Isringhausen se sometió a su segunda operación de cadera en dos años, luego de la temporada de 2006 y regresó fuerte en 2007. En 63 juegos agenció marca de 4-0 con 2.48 de efectividad y 32 salvados mientras sólo caminaba a 28 y ponchaba 54. Apenas permitió 4 jonrones.
La última temporada, Isringhausen tuvo tendinitis en el codo derecho junto con una torcedura de tendón, eso casi lo llevó al retiro. Tampa Bay monitoreará al veterano derecho desde temprano, pero él ha estado haciendo sesiones de bull pen y debe pitchear en los juegos de los entrenamientos primaverales.
Si Isringhausen está sano, podría competir por el puesto de cerrador de los Rayas, o por lo menos daría profundidad al bull pen en caso de que Troy Percival no se recupere totalmente, o se retrase, de la operación de espalda a que se sometió luego de la temporada anterior.
Isringhausen tiene una marca de por vida de 45-49 con 3.61 de efectividad y 203 salvados, los bateadores sólo le conectan para .239.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
viernes, 20 de febrero de 2009
Guillén: El béisbol necesita dejar a los esteroides en el pasado
By Rick Gano, AP Sports Writer
GLENDALE, Ariz. El manager Ozzie Guillén habló sobre el nuevo complejo deportivo, durante el primer día de entrenamientos primaverales, comenzando con sus lanzadores y receptores, este domingo 15 de febrero.
Fue un tema fácil de abordar con el sol incidiendo sobre el complejo de 141 acres al noroeste de Phoenix.
"Increíble. Grandioso". Dijo Guillén del estadio que los Medias Blancas compartirán con los Dodgers de Los Ángeles. Este incluye un pequeño lago que separa las dos facilidades y un estadio de 13000 asientos.
Guillén también tuvo una opinión, como siempre lo hace sobre varios temas, con respecto al incidente más reciente del béisbol con los esteroides, especialmente después que Alex Rodríguez reconociera que usó sustancias prohibidas mientras jugaba para los Rangers de Texas entre 2001 y 2003.
"Es triste. Es sorprendente. Por lo menos tuvo las agallas para admitirlo", dijo Guillén.
"Es algo que no quieres que se convierta en tema recurrente durante cada entrenamiento primaveral. Piensas muchas cosas cuando te preguntas quién será el próximo".
Borrar la nube oscura de la era de los esteroides es una tarea casi imposible, pero Guillén dijo que el béisbol debe hacer un esfuerzo y seguir adelante.
“Debemos disculparnos con los aficionados, de verdad. Pienso que todo el que tiene que ver con este juego, tiene que hacer algo. Pienso que todos se deben sentir responsables de esto. Pienso que todos lo deben saber. Lo que me preocupa es lo que pasarà en 2009 y en el futuro.”, dijo Guillén.
“Cualquiera quién sea sorprendido en 2009, debe ser castigado drásticamente. Sólo así la gente volverá a tener confianza en los peloteros”.
La reputación de los peloteros ha sido puesta en duda y sus estadísticas cuestionadas por su vínculo con los esteroides. Guillén dijo que le gustaría ver un castigo mayor que la suspensión de 50 juegos para aquellos que resulten positivos por primera vez.
“Debemos establecer una suspensión de un año. Tenemos que hacer creer a la gente que estamos haciendo algo al respecto. Cincuenta juegos es un buen castigo, pero necesitamos hacer que la gente vuelva a creer en nosotros”, añadió.
También dijo que es responsabilidad de los jugadores saber lo que están introduciendo en sus cuerpos.
“No creo en los peloteros que declaran: ‘No sabía lo que estaba haciendo ‘. Caramba, ellos no tienen 5 años de edad, tenías que saber lo que estabas haciendo”, añadió Guillén.
“Aprendemos del pasado. Cometemos muchos errores. Esperamos que esos errores, no se repitan y podamos seguir adelante. Tan claro como eso”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
GLENDALE, Ariz. El manager Ozzie Guillén habló sobre el nuevo complejo deportivo, durante el primer día de entrenamientos primaverales, comenzando con sus lanzadores y receptores, este domingo 15 de febrero.
Fue un tema fácil de abordar con el sol incidiendo sobre el complejo de 141 acres al noroeste de Phoenix.
"Increíble. Grandioso". Dijo Guillén del estadio que los Medias Blancas compartirán con los Dodgers de Los Ángeles. Este incluye un pequeño lago que separa las dos facilidades y un estadio de 13000 asientos.
Guillén también tuvo una opinión, como siempre lo hace sobre varios temas, con respecto al incidente más reciente del béisbol con los esteroides, especialmente después que Alex Rodríguez reconociera que usó sustancias prohibidas mientras jugaba para los Rangers de Texas entre 2001 y 2003.
"Es triste. Es sorprendente. Por lo menos tuvo las agallas para admitirlo", dijo Guillén.
"Es algo que no quieres que se convierta en tema recurrente durante cada entrenamiento primaveral. Piensas muchas cosas cuando te preguntas quién será el próximo".
Borrar la nube oscura de la era de los esteroides es una tarea casi imposible, pero Guillén dijo que el béisbol debe hacer un esfuerzo y seguir adelante.
“Debemos disculparnos con los aficionados, de verdad. Pienso que todo el que tiene que ver con este juego, tiene que hacer algo. Pienso que todos se deben sentir responsables de esto. Pienso que todos lo deben saber. Lo que me preocupa es lo que pasarà en 2009 y en el futuro.”, dijo Guillén.
“Cualquiera quién sea sorprendido en 2009, debe ser castigado drásticamente. Sólo así la gente volverá a tener confianza en los peloteros”.
La reputación de los peloteros ha sido puesta en duda y sus estadísticas cuestionadas por su vínculo con los esteroides. Guillén dijo que le gustaría ver un castigo mayor que la suspensión de 50 juegos para aquellos que resulten positivos por primera vez.
“Debemos establecer una suspensión de un año. Tenemos que hacer creer a la gente que estamos haciendo algo al respecto. Cincuenta juegos es un buen castigo, pero necesitamos hacer que la gente vuelva a creer en nosotros”, añadió.
También dijo que es responsabilidad de los jugadores saber lo que están introduciendo en sus cuerpos.
“No creo en los peloteros que declaran: ‘No sabía lo que estaba haciendo ‘. Caramba, ellos no tienen 5 años de edad, tenías que saber lo que estabas haciendo”, añadió Guillén.
“Aprendemos del pasado. Cometemos muchos errores. Esperamos que esos errores, no se repitan y podamos seguir adelante. Tan claro como eso”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
jueves, 5 de febrero de 2009
Movimientos en el Barco
Luis Blasini empezó desde bien temprano a trabajar desde el puente de mando de la nave. Hoy 05 de febrero de 2009 envió al lanzador Edgar Estanga, el campocorto Vladimir Sutil y el inicialista Ernesto Mejia a las Águilas del Zulia. En compensación recibió al paracortos Andrés Eloy Blanco y al receptor Humberto Quintero.
En primera instancia me parece que Magallanes refuerza el campocorto. Elvis Andrus está a las puertas de establecerse en las paradas cortas de los Rangers de Texas. Argenis Díaz todavía necesita demostrar que es capaz de batear en esta liga. Luis Ordáz viene de una lesión, hay que esperar por su recuperación para ver si la gerencia deportiva magallanera decide ofrecerle otra oportunidad. Blanco es un buen shortstop defensivo que debería provocar una sana competición con Díaz, Ordáz y Andrus, si es que puede jugar aquí la venidera temporada.
Por el lado de Quintero la situación es más compleja debido a la alta población de receptores que presenta Magallanes. Wickleman González, Jesús Flores, Salomón Manriquez, Gustavo Molina, Jesús Montero. Son los principales candidatos entre quienes la gerencia deportiva deberá escoger con quienes contará para la temporada entrante, y a quién destinará para otro probable cambio que bien pudiera traer un lanzador abridor que solidifique una rotación criolla debilitada por los impedimentos de los lanzadores grandes ligas.
El nuevo gerente deportivo ha demostrado que llegó al puente de mando para enderezar el rumbo hacia la ruta de mejores días. Este cambio anuncia una gestión preñada de actividad que buscará con ahínco esa mezcla de armonía con responsabilidad, compromiso y mística entre la oficina, el manager y los peloteros.
Por cierto uno de los próximos objetivos debe ser el nombramiento del manager de campo. De esta manera se estarían echando las bases del tipo de equipo que se pretenda armar. Además de adelantar los planes de contactar a los peloteros criollos y empezar a tocar puertas en cuanto a la importación.
Alfonso L. Tusa C.
En primera instancia me parece que Magallanes refuerza el campocorto. Elvis Andrus está a las puertas de establecerse en las paradas cortas de los Rangers de Texas. Argenis Díaz todavía necesita demostrar que es capaz de batear en esta liga. Luis Ordáz viene de una lesión, hay que esperar por su recuperación para ver si la gerencia deportiva magallanera decide ofrecerle otra oportunidad. Blanco es un buen shortstop defensivo que debería provocar una sana competición con Díaz, Ordáz y Andrus, si es que puede jugar aquí la venidera temporada.
Por el lado de Quintero la situación es más compleja debido a la alta población de receptores que presenta Magallanes. Wickleman González, Jesús Flores, Salomón Manriquez, Gustavo Molina, Jesús Montero. Son los principales candidatos entre quienes la gerencia deportiva deberá escoger con quienes contará para la temporada entrante, y a quién destinará para otro probable cambio que bien pudiera traer un lanzador abridor que solidifique una rotación criolla debilitada por los impedimentos de los lanzadores grandes ligas.
El nuevo gerente deportivo ha demostrado que llegó al puente de mando para enderezar el rumbo hacia la ruta de mejores días. Este cambio anuncia una gestión preñada de actividad que buscará con ahínco esa mezcla de armonía con responsabilidad, compromiso y mística entre la oficina, el manager y los peloteros.
Por cierto uno de los próximos objetivos debe ser el nombramiento del manager de campo. De esta manera se estarían echando las bases del tipo de equipo que se pretenda armar. Además de adelantar los planes de contactar a los peloteros criollos y empezar a tocar puertas en cuanto a la importación.
Alfonso L. Tusa C.
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